Mike Shatzkin, fundador de la página The Idea Logical Company y uno de los líderes del pensamiento sobre el cambio digital en la edición, cree viable un cambio en el actual sistema editorial que permita pagar más a los autores de eBooks. En un artículo publicado en su web, expone cuáles serían los puntos a tratar para que esto fuera posible uno de los cuales es que los editores deberían cambiar la forma de contabilizar los libros electrónicos y pagar más a los autores.
Tal y como está organizado ahora el sistema, los editores mantienen por labores de agencia el 70 por ciento del precio de venta de los eBooks como parte de sus ingresos, un porcentaje de los cuales se destina al autor. Pongamos por caso, si un autor cobra en concepto de derechos un 25 por ciento, aplicado a ese 70 por ciento resultaría poco más del 17 por ciento del precio de venta del libro.

En opinión de Shatzkin sería necesario considerar el total del precio como ingreso, y contabilizar el 30 por ciento como un coste más, equiparable a los gastos de impresión, envío o almacenamiento.
Esto supondría para los editores un aumento en sus beneficios, propiciaría unos márgenes razonables en las ventas de eBooks y a su vez mejoraría la imagen que puedan tener de ellos los investigadores antimonopolio.
También se verían beneficiados los autores, a los que se les podría pagar más y a su vez permitiría a las editoriales ser más competitivas frente a las tarifas de auto-edición que ofrece Amazon.
Tres son los consejos que pueden resumir sus propuestas:
- Cambiar la forma de contabilizar las ventas de libros electrónicos, considerando ingresos brutos lo que pagan los consumidores y precio de venta a los pagos a los vendedores.
- Ser conscientes de que un exceso en el margen no quedará impune, algo de lo que se ocuparían tanto los agentes de renombre como los canales de distribución fuertes.
- Y por último, pagar más a los autores, lo que propiciaría pagar menos a los minoristas.
Como bien señala Shatzkin en su artículo, si los editores pierden las librerías tienen que encontrar otros lugares donde vender sus libros, pero si se pierde a los autores, no tendrán ningún libro que vender.