Razones sentimentales, la difusión del informe de María Portas sobre el comercio minorista y la estrategia de la Asociación de libreros [Booksellers Association] independientes en el Reino Unido han tenido un fuerte impacto en las decisiones de los consumidores en apoyo de las calles comerciales durante la campaña de Navidad.
En una encuesta sobre las ventas navideñas los libreros británicos han admitido que han sido testigos de un cambio de actitud de los clientes en las semanas previas a la Navidad. Según informa Lisa Campbell, en
The Bookseller, Sarah Donaldson, de la librería Red Lion Books, ha dicho que "la gente ha prestado atención al eslógan 'Salve su calle comercial' y ha tenido en cuenta las campañas del comercio independiente. Por todo ello, el impacto ha ido "mejor de lo que esperábamos" –afirmó–.
Harry Wainright, de Oldfield Park Bookshop, ha declarado que "en Navidad la gente conscientemente ha tratado de apoyarnos". Sue Steel, de Simply Books, ha asegurado que el material promocional de la Asociación de Libreros que explicaba a los clientes por qué debían comprar en los comercios locales "ha supuesto una diferencia" en el consumo este año.
Para Paul Sweetman, de City Books, "la gente no quiere ver que el dinero va a [las tiendas en internet] Tesco o Amazon, si puede evitarlo".
El interés creciente por las calles comerciales y la defensa del pequeño comercio, también le debe algo al informe encargado por el gobierno de David Cameron a la experta en comercio minorista María Portas y que se difundió a mediados de diciembre.
En la presentación del informe que publicó en su
página web, Mary Portas subrayó que el objetivo es "devolver la vida a los comercios y a la comunidad en nuestras calles principales y centros de la ciudad. Quiero ver todas nuestras calles comerciales llenas de gente, servicios y puestos de trabajo. Deben ser lugares vibrantes que la gente elija para visitar". Véase
Lectura Lab.
No obstante, Lisa Campbell advierte en su artículo que no todo ha sido positivo. Por ejemplo, Judith Crawford, de Badger Books (de Burnley, Lancashire) ha dicho que la recaudación de su tienda estuvo un cincuenta por ciento por debajo de la del año pasado. "No es un panorama alentador. En las tres últimas Navidades hemos visto cómo iban disminuyendo nuestras ventas y ese no es un buen indicador para el futuro. Estamos amenazados por internet, los supermercados y la disminución del presupuesto de los consumidores" –añadió.
"La gente no tiene recursos disponibles –advirtió– y si los ingresos se reducen, sus prioridades se centran en cosas más esenciales como la calefacción", aunque los descuentos pre-navideños de este año no hayan tenido precedentes.
Mientras, Foyles ha declarado una buena campaña de Navidad gracias a una gran variedad de títulos, con ventas hasta un veinte por ciento superiores al año anterior en las semanas de diciembre previas a las fiestas. Sin embargo, la emblemática librería de Charing Cross ha visto caer sus ventas un seis por ciento, algo que su director, Sam Husain, atribuye a los continuos trabajos de remodelación en la estación de metro de Tottenham Court Road.
El artículo completo, en inglés, está disponible en este enlace.