Media hora antes de que Amazon hiciese públicas sus ganancias del último trimestre, la editorial Barnes & Noble ha emitido un comunicado en el que da a conocer su intención de no almacenar los libros del gigante americano de venta por internet en sus tiendas.
Laura Hazard Owen, periodista y habitual colaboradora de la página web PaidContent se refiere al comunicado que ha emitido Jaime Carey, jefe comercial de la editorial en su artículo Barnes & Noble: We will not carry Amazon publishing titles in our stores [Barnes & Noble: No incluiremos los títulos de la editorial Amazon en nuestras tiendas].
Según Jaime Carey, la empresa ha tomado esta decisión basándose en los continuos esfuerzos que realiza Amazon por conseguir plena exclusividad con los editores, agentes y autores que representa. Esta exclusividad ha impedido que B&N pueda ofrecer ciertos libros electrónicos a sus clientes. En su opinión, este tipo de acciones están minando la industria editorial en su conjunto e impiden que millones de clientes puedan acceder a ciertos contenidos.
Para esta editorial Amazon ha dejado plena constancia de no ser un buen socio, sobre todo cuando continúa extrayendo contenidos del mercado para su propio beneficio. Caray confiesa que no son muchos los clientes que se acercan a sus librerías solicitando títulos de Amazon, pero en caso de que alguien quiera comprar alguno de sus títulos, lo remiten a la dirección de su tienda on line Barnes & Noble.com.

Hazard Owen explica cómo B&N renunciaría a esta idea si Amazon le permitiese vender eBooks sobre los que mantiene su exclusividad. Algo parecido ocurrió durante el verano, explica la periodista, cuando B&N sacó de sus estanterías varias novelas gráficas que fueron lanzadas en su versión electrónica sólo para Kindle Fire. En ese momento la editorial dijo que no almacenaría ningún título que sus clientes pudiesen conseguir en línea y parecen mantenerse fieles a esa promesa.
El comunicado, explica Laura Hazard, le ha parecido entre sarcástico –cuando se refiere a que no son muchos los clientes que se acercan a sus librerías solicitando libros de Amazon– y dramático, al hacer referencia al hecho de que el gigante editorial está minando la industria en su conjunto. Lo que B&N pretende, continúa la articulista, es poder vender títulos del gigante editorial además de dejar constancia de que las librerías de cemento y ladrillo siguen siendo unas de las mejores fuentes para el descubrimiento de nuevos títulos.