Josh Clark, creador de Global Moxie y autor de Tapworthy habla del pasado, presente y futuro de los interfaces de usuario, una evolución marcada por un proceso de adquisición de mayores cotas de autonomía, intuición y facilidad de interacción entre la persona y la pantalla. Y opina que en el futuro cabe todo: desde los clásicos botones, la experiencia táctil, el habla, la expresión facial y otros gestos físicos como llave de acceso a los contenidos virtuales.
De tocar botones hemos pasado a deslizar el tacto por las pantallas, acción tan patente hoy en las tabletas. Pero, ¿qué supone este cambio y hacia qué tipo de interfaces nos conduce el proceso iniciado? Jenn Webb entrevista a Josh Clark para O'Reilly Radar, y desarrolla el tema en una serie de aspectos que se pueden sintetizarse en estos puntos:
- Respecto del futuro del interfaz de botones, Clark estima que esta opción nació de una necesidad, como el interruptor para la luz, y que aunque no sean especialmente intuitivos fueron una solución brillante como intermediarios entre el usuario y el contenido. Hoy los interfaces de pantalla táctil resultan más intuitivos: tocamos, arrastramos, estiramos o pellizcamos. Como resultado, se eliminan barreras y se facilita el acercamiento a la gente sin experiencia informática, como los niños pequeños y las personas mayores. Pero aún hoy, comenta Clark, los botones resultan útiles y necesarios en determinados contextos como llamadas de acción, especialmente para las tareas más abstractas.
- En relación con los tipos y formas que adoptan los interfaces en la actualidad, Josh Clark habla de la tendencia de sus diseñadores a darles apariencia y comportamiento de objetos físicos. La forma de un interfaz, advierte, crea unas expectativas de uso que deben ser respondidas para evitar desencantos en el usuario. La gran oportunidad hoy, prosigue Clark, es la exploración en la interacción a través de gestos: dos y tres golpes, pizcar, etcétera. Los gestos son atajos frente al teclado, explica este experto, y la interacción con la pantalla deviene en juego, se maneja como un instrumento.
- Pero ¿cómo enseñar estos nuevos usos e interacciones?, se pregunta Clark. En su opinión, los diseñadores deberían tener en cuenta la manera de aprender cualquier acción física en el mundo real: observación de claves visuales, demostración y práctica. El autor considera que los diseñadores recurren con demasiada frecuencia a manuales de instrucciones o videotutoriales en los que se ejecutan las enseñanzas mientras se explican las acciones, pero según él, solo mediante la demostración y la práctica se pueden aprender todas las acciones físicas, desde tocar un instrumento al aprendizaje de un saque de tenis.

- En cuanto a la evolución en la interacción persona-ordenador, Clark cree que este es realmente un momento emocionante para el diseño de interacciones porque las nuevas tecnologías han llegado a su madurez. Él “habla” acaba de llegar, y la visión por ordenador con reconocimiento facial y el reconocimiento de gestos como Kinect están avanzando. En todas estas áreas los ordenadores están aprendiendo a entender nuestras formas particularmente humanas de comunicación. Según estima el diseñador, cuando se tiene en cuenta el tacto, el habla, la expresión facial y los gestos físicos, se tiene casi toda la gama de herramientas de comunicación humanas. Y tan pronto como los ordenadores aprendan las sutilezas de esas expresiones, también las interfaces llegarán a ser más humanas e intuitivas. Pero según el diseñador, aún queda mucho trabajo por delante, ya que hasta ahora, las pantallas táctiles son el interfaz más evolucionado, pero el tacto no siempre es el sentido más apropiado en cada contexto.
- Finalmente, respecto a lo que está por venir, Josh Clark asegura que toda una amplia gama y tipología de pantallas tendrá cabida en el futuro digital. Clark estima que no está en condiciones de predecir qué tecnología triunfará y se muestra sorprendido satisfactoriamente ante la mayoría de los avances ya alcanzados. En relación con otros no se muestra tan convencido, como en el caso de las gafas de Google, heads-up-display, que le parecen una propuesta un poco torpe y antinatural. Clark cree que las tendencias y las expectativas se mueven en una dirección opuesta: la tecnología se adapta a los medios humanos de expresión, no son los seres humanos los que se adaptan a la tecnología.
La entrevista completa puede leerse en: Buttons were an inspired UI hack, but now we've got better options
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