Tim Coates, librero, escritor, editor y activista de las bibliotecas, se ha embarcado en una nueva aventura: Bilbary.com. Se trata de una biblioteca y librería digital que acaba de comenzar su andadura en los EE.UU. y que abrirá su campo de acción en Reino Unido y Europa en el mes junio. Una entrevista concedida a Roger Tagholm y publicada en Publishing Perspectives, presenta el nuevo proyecto de este gran empresario del libro.
Con sesenta y dos años, Tim Coates se embarca en un gran proyecto cuando otros con esa edad quizá ya estén pensando en su jubilación. Hijo de un músico amateur y una maestra, en su vida ha combinado sus dos pasiones, la edición y el amor por la escritura, a las que también se sumó su creciente interés por el destino de las bibliotecas en el Reino Unido. Sus campañas le han llevado a ganar amigos y enemigos a partes iguales.
La sede central de Bilbary está en Londres, aunque cuenta con patrocinadores privados y representantes en ciudades como Beijing o Nueva Dehli. Esta plataforma permite al usuario descargarse títulos a cualquier dispositivo: PCs, portátiles, tabletas, dispositivos Android, lectores Sony, Nook, Kobo, incluso al Kindle, aunque como advierte su creador, es necesario tener ciertos conocimientos tecnológicos para hacer que la descarga funcione correctamente. En la actualidad cuenta con unos trescientos veinte mil libros electrónicos de más de dos mil editores y espera que a finales de mayo se añadan otros cien mil títulos de los seis grandes grupos editoriales estadounidenses.
Esta plataforma y tienda digital, también incluirá reseñas, recomendaciones y comentarios de libreros, profesores y expertos en la materia. Según su creador, la idea es que la gente se lo pase bien.
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“Queremos que Bilbary sea –en palabras de Coates– un lugar en el que a la gente a la que le gusta leer y ame los libros, pueda encontrar cosas y leerlas en cualquier dispositivo”. Entre sus aspiraciones está la de diferenciarse de Amazon, ya que en su opinión el gigante de Seatlle ha hecho una gran labor de promoción del Kindle, pero lo que no ha hecho es sacar a la luz el fondo editorial. “Usted puede encontrar algo que leer –apunta– pero la verdadera calidad no está ahí”.
Bilbary tiene como propósito repetir la calidad y variedad que un lector puede encontrar en Foyles o en Barnes & Noble, por lo que una de sus labores primordiales es estar siempre a la búsqueda incesante de contenido, ya que, como expresa Coates, “sólo el treinta por ciento de las existencias de una librería está en formato digital. Hay todavía toda una gran cantidad de joyas literarias fuera de lo digital". En su opinión, los editores están obsesionados con las novedades y dejan a un lado y sin imprimir obras de gran calidad.
Otra de las cuestiones que se tratan en el artículo es el hecho de que los editores culpen a los agentes literarios de la falta de libros electrónicos, frente a lo que Tim Coates propone gestionar la transferencia digital correctamente. Para ello se necesita un programa de digitalización masiva, añade, y aunque los editores aseguran que eso es lo que está pasando, Coates contesta que si es así “¿dónde están los títulos?”. En su opinión, esto no hecho más que empezar.
Este librero también lamenta e incluso se desespera ante la animosidad que hay en torno a la edición electrónica. “[...] Ahora mismo –dice–, hay editores en guerra con las bibliotecas a propósito del préstamo bibliotecario, en guerra con los agentes en cuanto a los contratos de materiales digitales y todo el mundo está en guerra con Amazon. Este mundo hostil es horrible”. Pero aunque los comentarios emitidos por Coates sobre los editores pueden sonar demasiado críticos, explica Roger Tagholm en su artículo, no es más que una forma de “meterles prisa” para que saquen esos “tesoros literarios” que tienen en sus fondos.
Por último, Coates aprovecha para explicar cuál fue la idea a partir de la cual surgió la oprotunidad de crear de Bilbary. Todo se desató al comprobar, debido a su proximidad a las bibliotecas, el “caos” que implica el préstamo bibliotecario, lo que le llevó a pensar que su modelo podría aportar una posible solución.
En opinión de Roger Tagholm, la gente ve a Bilbary como una opción interesante, incluso a los editores les gustaría considerarlo como un serio competidor de Amazon, pero como explica este periodista, “el gigante de Seattle es un hueso duro de roer, cuyo nombre está incrustado en las mentes de todos los consumidores”.
Véase Lectura Lab:
Bilbary ayudará a las bibliotecas del Reino Unido