Las bibliotecas advierten que sus derechos de préstamo están amenazados

Los derechos de préstamo de libros impresos de las bibliotecas de los Estados Unidos están bajo amenaza, según se desprende de un escrito presentado al Tribunal Supremo el pasado 3 de julio de 2012 por  la Library Copyright Alliance (LCA), una coalición formada por los tres grandes grupos bibliotecarios de Estados Unidos.

El escrito impugna una decisión del Tribunal de Apelaciones del Segundo Circuito de Estados Unidos según la cual la doctrina de la primera venta, la disposición en la Ley de Propiedad Intelectual que permite a cualquier comprador de una copia legal de un libro u otras obras protegidas por derechos de autor, vender o prestar esa copia, se aplique exclusivamente a los ejemplares impresos en los Estados Unidos.

Respecto de este hecho, la comunidad bibliotecaria afirma que la sentencia podría privar a las bibliotecas de su derecho de primera venta a prestar copias de obras realizadas en el extranjero, según informa Andrew Albanese en un artículo para Publishers Weekly.

En su escrito, la Library Copyright Alliance (LCA), una coalición formada por los tres grandes grupos bibliotecarios de Estados Unidos, la American Library Association (ALA), la Association of Research Libraries (ARL) y la Association of College and Research Libraries (ACRL), solicita al Tribunal Supremo revocar la decisión del Segundo Circuito de Apelaciones, y aplicar la doctrina de primera venta a todas las copias, y no solo a las obras que se realicen bajo las leyes de derechos de autor norteamericanos.

Según revela Albanese, en una reciente entrevista con Jonathan Band, el abogado encargado de presentar el escrito de la Library Copyright Alliance, este ha manifestado que si se confirma la interpretación de la doctrina de primera venta defendida por el Segundo Circuito, esto supondría “un duro golpe para toda la organización bibliotecaria, ya que significaría que las bibliotecas posiblemente no podrían prestar libros impresos en el extranjero”.

Asimismo, Band sostiene que esto no solo afectaría a libros de editores extranjeros, sino que también incluiría a aquellos libros publicados por autores norteamericanos impresos fuera de los Estados Unidos. El escrito de la Library Copyright Alliance advierte además que una parte importante de las colecciones bibliotecarias de Estados Unidos está constituida por recursos fabricados en el extranjero, y más de 200 millones de libros de las bibliotecas norteamericanas son de editores foráneos.

Por otra parte, en el escrito de la Library Copyright Alliance, los grupos bibliotecarios reconocen que las bibliotecas pueden seguir haciendo valer el derecho a prestar libros impresos extranjeros, basándose en otras excepciones, más limitadas, recogidas en la Ley de Propiedad Intelectual, tales como el "uso leal (fair use) o licencia implícita". Pero según el editor, dista mucho de ser seguro que las bibliotecas puedan hacer valer siempre estas defensas con éxito.

En opinión de Albanese, lo más probable es que la incertidumbre generada en las bibliotecas en cuanto a la interpretación del Segundo Circuito, podría disuadir a muchas bibliotecas de prestar estos materiales en cuestión. "Si bien la mayoría de los propietarios de derechos de autor probablemente no van a demandar a una biblioteca por prestar una copia adquirida legalmente de un libro impreso en el extranjero -declara Band- las bibliotecas no incurrirán en una conducta que es técnicamente ilegal sólo porque haya una baja probabilidad de litigios".


 


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