El mercado del libro electrónico en China está experimentando transformaciones significativas, sobre todo a raíz de que Jingdong Mall, uno de los mayores minoristas chinos de internet, haya decidido ofrecer descuentos agresivos en su tienda de libros electrónicos, según informa Nate Hoffelder en un artículo publicado en The Digital Reader.
Esta compañía, afirma el editor, fue una de las últimas en llegar al mercado del eBook, ya que comenzó su actividad en febrero de 2012, poniendo a disposición de los usuarios cerca de ochenta mil títulos, así como aplicaciones de lectura para dispositivos Android y PC, entre otros. Hoffelder indica que Jingdong Mall compite con Hanvon, Dangdang, y Shanda, un conglomerado de medios de comunicación chinos, así como con un público comprador que aparentemente se opone a pagar el precio medio fijado actualmente en China para los eBooks, que es de 5-8 yuanes.
Por este motivo, revela el editor, y con el objetivo de ofrecer algo mejor para atraer a los consumidores, Jingdong Mall tuvo la idea de ofrecer acceso por suscripción a contenidos de libros electrónicos. Asimismo, recientemente la compañía anunció que tiene previsto ofrecer mil títulos por un precio único de 30 yuanes (4,7 dólares) durante tres meses, o menos de medio centavo por cada descarga.

Hoffelder declara que este precio increíblemente bajo causa consternación entre autores y editores, que temen que los libros digitales a precios tan baratos pongan en peligro su subsistencia, así como la competencia de Jingdong Mall, lo que también incluye a los fabricantes de lectores electrónicos.
Por otra parte, indica el editor, Hanvon, el principal fabricante chino de eReaders, se encuentra ahora en la misma posición que Sony en 2007, ya que ha lanzado sus lectores electrónicos con el objetivo de obtener ganancias por la venta de contenido, pero debido a un fallo general para abastecerse de suficientes títulos, ellos mismos están dejando de lado el mercado de contenidos. Según informa el periodista, esta compañía tenía previsto seguir el modelo de libro electrónico de Amazon, pero lamentablemente no pudo competir con el amplio catálogo de eBooks de la compañía, ni hacer frente a las relaciones con las principales editoriales.
Ahora, afirma Hoffelder, la mayor parte de los ingresos de Hanvon dependen de las ventas de sus dispositivos, y sólo ofrecen una mediocre tienda de eBooks para apoyarlos. En opinión del editor, este hecho podría a largo plazo hacer daño a la compañía, ya que actualmente parece que el mercado chino del eReader está avanzado directamente a la siguiente fase del mercado: las aplicaciones.
Según menciona el experto, el informe financiero trimestral realizado por la compañía E Ink, líder mundial en la fabricación de pantallas para lectores de libros electrónicos, revela que los consumidores compran ahora menos eReaders que antes. Este detalle es confirmado por estudios de mercado, incluyendo una investigación llevada a cabo en China que mostró que en 2011 había mucha más gente que leía libros electrónicos en línea o en smartphones que en eReaders. Algo menos del 12 por ciento de los encuestados afirmó leer libros en la web, el 9,4 por ciento en smartphones, y sólo el 2,5 por ciento prefería los eReaders para leer.
En opinión del editor, esta coyuntura va a colocar a Amazon en una curiosa posición siempre y cuando la compañía lance sus dispositivos Kindle en el mercado chino. Y según parece, observa Hoffelder, la empresa tiene planeado hacerlo pronto, según se desprende de cierta información descubierta el pasado mes de abril en la página web de Amazon en China, Amazon.cn. Así, sostiene el editor, es probable que Amazon se vea en la situación de enfrentar la dura competencia que representan los expertos distribuidores chinos.