Una lectura profunda activa más áreas del cerebro que una lectura superficial

La profesora de la universidad del estado de Michigan, Natalie Philips, ha dirigido un estudio en el que se investiga cómo la lectura afecta al cerebro. Para ello se eligió a una serie de voluntarios a los que se les analizaba a nivel neuronal mientras leían un libro de Jane Austen y se les pedía que realizaran una lectura más profesional. Parte de los resultados se han recogido en un artículo publicado en la página web de la Radio Pública National (npr).

Esta profesora se define a sí misma como una persona que se puede abstraer fácilmente mientras lee una novela, pero que al mismo tiempo pierde la concentración en tareas comunes, como la de no recordar dónde ha aparcado el coche. Esto le hizo pensar sobre si el acto de leer podría dar ciertas pistas a un área como la neurociencia, algo a lo que ya se denomina como neurociencia literaria.

Para este estudio, Philips tomó a un grupo de voluntarios a los que, como se ha comentado, se les escaneó el cerebro mientras leían una obra de Austen. En un momento dado se les pidió que leyeran con mayor profundidad, algo parecido a lo que haría un experto cuando lee un texto y realiza un análisis literario.

Esta profesora y sus colaboradores escanearon el cerebro a los voluntarios, mientras leían, mediante resonancias magnéticas. El escáner recogía una imagen aproximada de la actividad cerebral. Al mismo tiempo, un ordenador realizó un seguimiento de los movimientos oculares, además de colocarles unos sensores para medir su respiración y frecuencia cardíaca. Al final, Philips les pidió que escribieran un ensayo sobre el pasaje del libro que habían leído cada uno de ellos.

Los neurocientíficos advirtieron a esta profesora de que no esperase demasiados cambios cerebrales al realizar una lectura superficial y una más profunda, ya que creían que al tratarse de un mismo libro, los cambios serían mínimos.

Pero los resultados preliminares demostraron lo contrario. Los primeros análisis mostraron cómo el cerebro se transforma considerablemente cuando se trata de una lectura por placer y cuando se realiza una más profunda. Esta profesora descubrió que una lectura más atenta activa áreas inesperadas del cerebro, partes que están más relacionadas con el movimiento y el tacto. “Era como si los lectores se colocaran físicamente dentro de la historia mientras la analizaban” -explicó-.

La neurociencia literaria es un nuevo campo interdisciplinar en el que se está estudiando la poesía y el ritmo en el cerebro, cómo las metáforas activan ciertas regiones sensoriales del cerebro, o los cambios neurológicos que ocurren cuando un lector se enfrenta a un texto complejo o a la lectura de un periódico.
 


GO BACK
 
SECCIONES
 ·  CONSEJOS
 ·  I+D DE LA LECTURA
 ·  INCLUSIÓN
 ·  Lectyo
 ·  NOTICIAS
 ·  NUEVA CADENA DEL LIBRO
 ·  PENSADERO
 ·  ¿QUÉ ES LA FUNDACIÓN GSR?
 ·  TODOS LOS CONTENIDOS
 © Developed by Amigot Interactive Agency - New York