Si un usuario quiere que una publicación en su página de Facebook llegue a todos sus seguidores, tendrá que pagar, en caso contrario solo llegaría al quince por ciento de ellos. Esta noticia, difundida en el blog
Dangerous minds, ha tenido una difusión viral en los últimos días y generado un cierto malestar contra esta red social.
Sin embargo,
Tech Crunch ha desmentido recientemente que Facebook haya empeorado el alcance de las publicaciones con el fin de fomentar el sistema de promociones y con ello sus ingresos.
De ser cierta, la afirmación de Dangerous minds podría suponer un importante cambio en las reglas de juego de Facebook que afectaría a todos los usuarios de esta plataforma como herramienta de marketing y pondría en cuestión su utilidad como tal.
Según datos publicados por
Ryan Holiday en
The New York Observer, desde la primavera de 2012 las publicaciones en páginas o cuentas personales en Facebook llegan a una media del 15 por ciento de su audiencia. Y esto no solo afecta a las páginas pensadas para marcas o instituciones, sino también a las cuentas personales, lo que significa que un usuario no puede ver en su
timeline todas las publicaciones de sus amigos o familiares o de las páginas que siguen.
Andy Woodworth, en su blog
Agnostic, maybe, se ocupa de esta noticia desde el punto de vista de las bibliotecas y opina que Facebook debería considerar un menor precio para instituciones sin ánimo de lucro y educacionales, que no tienen la misma capacidad económica que las grandes corporaciones.
En su opinión, este sistema de pago no resultaría rentable para las bibliotecas, pues están ligadas al ámbito local, aunque muchos de sus seguidores viven en otras ciudades, incluso en otros países. Por tanto, una difusión indiscriminada supondría un gasto innecesario en hacer llegar un mensaje a personas que no lo van a aprovechar.
Por el contrario,
Josh Constine, en
Tech Crunch, opina que la conclusión a la que ha llegado
Dangerous minds es errónea, pues afirmar que una publicación no llega a todos sus fans porque estos no están conectados cuando se lanza la noticia, es la misma razón por la que un tuit no llega a todos los seguidores en Twitter.
Para Constine hay dos motivos por os que la gente de Dangerous minds llegó a esa conclusión, y es que la gente haya marcado como spam las publicaciones o que éstas hayan sido relegadas a un segundo plano porque la gente a la que le gusta su página en Facebook le gusten también otras páginas y por lo tanto tenga mucha más competencia.
En el último capítulo de esta polémica
Dangerous minds ha acusado a Constine de hacer “control de daños” y de estar al servicio de Facebook. En definitiva, este incidente demuestra la falta de confianza en las intenciones del gigante de las redes sociales y de lo que la falta de transparencia es capaz de provocar, y posiblemente lo seguirá haciendo en el futuro, aparte de causarle algún que otro dolor de cabeza más, y con él a todos sus usuarios. Por ahora la polémica sigue abierta.