Google ha solicitado a un tribunal de apelaciones que rechace la sentencia que permite al gremio de autores presentar una demanda en nombre de todos aquellos autores cuyos libros se han escaneado sin su permiso. En su defensa, la compañía argumenta que la mayoría de los escritores apoya que se realice esta práctica con sus obras, por lo que la resolución debería de emitirse en función de cada libro.
Según Google, el hecho de haber escaneado veinte millones de libros debe considerarse un “uso justo” de estos según la ley de derechos de autor. La petición que esta compañía presentó el viernes 10 de noviembre en Nueva York es, según manifiesta Jeff John Roberts en un artículo publicado en PaidContent, una vuelta más de tuerca en un caso que comenzó en 2005, cuando los editores y el gremio de autores demandaron a esta empresa por su ambicioso plan de digitalizar todas la bibliotecas del mundo.

En un principio, explica Roberts, todas las partes llegaron a un acuerdo, según el cual esta iniciativa crearía un mercado de todos esos libros que se encuentran descatalogados. Pero fue el juez Denny Chin quien tiró por tierra este acuerdo en el 2011 después de que surgieran ciertas críticas sobre la creación de un posible monopolio. (Véase Lectura Lab)
Los editores, continúa, redujeron su demanda en contra de Google, pero el gremio de autores sigue ejerciendo su presión con demandas de hasta setecientos cincuenta euros por libro.
El gremio de autores sustenta su caso cu si los cuestionando que los escaneos que ha realizado Google sean para un “uso justo”. Copiar una obra completa no se considera un “uso justo” pero la compañía argumenta que las obras digitales no compiten con los libros que ya existen sino que aportan un valor añadido, y es el poder encontrarlos de una forma más rápida. Además, añade, al aparecer sólo fragmentos de la obra esto no afecta al mercado de libro original.
Otra de las alegaciones del gigante es que no debería de estar permitido presentar una demanda en nombre de “todos” los escritores, ya que la compañía tiene constancia de que la mayoría de los autores aprueban el escaneo de sus obras. “Según un estudio aleatorio que realizaron expertos de la compañía sobre autores que han publicado sus obras, un cincuenta y ocho por ciento aprobaba que Google escaneara sus obras protegidas por los derechos de autor […] y un diecinueve por ciento dijeron que desde un punto de vista económico este proyecto les beneficiaba” –argumenta la empresa”.
Es imposible saber con exactitud que está ocurriendo entre bambalinas, confiesa Jeff John Roberts, aunque cree que es una buena apuesta el hecho de que el gremio de autores esté presionando por conseguir un acuerdo que le dará por lo menos una victoria simbólica y así recuperar parte de sus costes legales. Por su parte, los expertos en derechos de autor, han estado esperando una decisión en este caso que proporcione una definición del “uso justo” en la era digital.