La American Library Association (ALA) ha ampliado su campaña para mejorar el acceso a los materiales electrónicos en las bibliotecas con la aportación a los bibliotecarios de diversas herramientas orientadas a que los usuarios tomen conciencia de la situación y posibilidades de los servicios digitales.
Jason Boog, periodista editor y jefe de redacción de AppNewser, informa en GalleyCat de esta iniciativa de la asociación americana de bibliotecarios: E-Book Media and Communications Toolkit. Básicamente se trata de la publicación de un eBook y en el desarrollo de un kit de herramientas de comunicación como apoyo a la campaña para el acceso a los libros digitales desde las bibliotecas. Según se describe, se trata de un paquete que incluye variedad de materiales: estadísticas, gráficos, consejos de comunicación y sondeo, pautas para difundir servicios y plantillas para la redacción de artículos de opinión y cartas al editor.
Con estas herramientas, destaca Jason Boog, se busca aumentar el grado de conocimiento de los ciudadanos respecto de la oferta de libros electrónicos de las bibliotecas públicas, pero también que estos conozcan los problemas y obstáculos que las bibliotecas tienen que afrontar para ofrecer estos servicios.

Según un estudio de la ALA de 2012, el número de bibliotecas públicas que ofrecen libros electrónicos se ha duplicado en los últimos cinco años, alcanzando hoy al 75 por ciento y con un 39 por ciento que permiten retirar en préstamo eReaders. No obstante, de acuerdo con el Pew Internet Project, la mayoría de la gente no sabe que las bibliotecas públicas de EE.UU. proporcionan libros electrónicos y otros recursos digitales. Se hace necesario, por tanto, fomentar que las bibliotecas definan una estrategia de promoción de estos nuevos servicios a través de diferentes medios de comunicación para darlos a conocer a la comunidad y que sus miembros los utilicen.
Según se desprende de las observaciones que Boog hace a las plantillas, en ellas se dan las pautas para plantear esta comunicación pública de la biblioteca, identificándose primero e interpelando directamente al ciudadano acerca de su nivel de conocimento de la dimensión digital de las bibliotecas. Para después poner de manifiesto el proceso de cambio que experimenta cada biblioteca para satisfacer las necesidades siempre cambiantes de la comunidad a la que sirve, y así:
- Informar desde cuándo y en qué condiciones se ofrecen eBooks en esa biblioteca, destacando según consta en las plantillas, que “Este no fue el comienzo –ni va a ser el final– de nuestro compromiso con la lectura, el conocimiento, la imaginación y el aprendizaje permanente para todos”.
- Resaltar que las bibliotecas ayudan a los lectores a encontrar autores y que en ellas los autores encuentran lectores. Las pautas aconsejan enfatizar el valor añadido que la biblioteca aporta tras sus procesos. “Esto lo hacemos seleccionando los materiales pertinentes a nivel local, y a través de otras colaboraciones con autores y editores. También las bibliotecas están comprometidas en el crecimiento y el apoyo a las nuevas generaciones de lectores –animar a los niños y jóvenes a leer por diversión y para el éxito en la escuela y la vida”.
Jason Boog informa de la manera cómo las pautas también invitan a comunicar a los ciudadanos los obstáculos a los que las bibliotecas se enfrentan a la hora de construir sus colecciones digitales:
- Explicar cómo algunos de los más grandes editores comerciales se niegan a vender libros electrónicos a las bibliotecas públicas, y cómo esta actitud lesiona los derechos de los usuarios y limita sus opciones en relación con los materiales electrónicos.
- Destacar como, por otro lado, otros editores –incluyendo centenares de los pequeños e independientes y una creciente ola de auto-publicado autores– sí entienden el valor de colocar sus libros en las bibliotecas.
- Defender el significado y valor que la edición tiene para la sociedad, más allá de su dimensión industrial. Según se desprende de las pautas, la ALA entiende que el mundo editorial y las bibliotecas se complementan y se han de apoyar activamente, defendiendo el postulado de que “La Biblioteca de Préstamo anima a los clientes a experimentar mediante el muestreo de nuevos autores, temas y géneros. Esta experimentación estimula el mercado para los libros, y en virtud de ello la biblioteca actúa, de hecho, como un factor de descubrimiento, promoción y servicio de información para los autores y editores”.
- Reivindicar que los editores deben permitir que las bibliotecas presten libros electrónicos para que puedan continuar con su fundamental misión de complementar nuestro sistema de educación pública y garantizar el acceso a la información a todas las personas.