Ken Segall, el hombre que puso la "i" a los libros de Steve Jobs
Ken Segall, el creativo que propuso a Steve Jobs bautizar iMac su nueva computadora, con la idea de que la "i" definiese la línea de nuevos productos bajo la misma concepción radical de la innovación y la relación entre tecnología y creatividad y que incluye los propios libros digitales de Apple: iBooks, aseguró, durante una visita a Casa del Lector, que en el terreno de la lectura en soporte digital "la revolución no ha hecho más que empezar".
 
Durante un recorrido por las instalaciones de Casa del Lector, Segall se detuvo en una de las aulas del nuevo centro de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez en Madrid, y opinó sobre el impacto de lo digital en la lectura tras la aparición de los iPad o los eReaders. En la conversación con Lectura Lab, Segall empezó por destacar el hecho de que antes su hijo llevaba una mochila escolar con libros que pesaban “como una tonelada” y ahora simplemente tiene un iPad con mil libros y toda su música.
 
El experto en comunicación que trabajó junto a Steve Jobs durante catorce años en Apple  (Véase nota abajo) señaló que hoy “todo esto es diferente en un mundo en el que tanto puedes sumergirte en la lectura como interactuar poniendo notas en el libro o encontrar una definición para una palabra que estás leyendo".  "Es increíble –añadió– la integración de la usabilidad de lo electrónico con la literatura. Espero que todas estas invenciones permitan a los jóvenes experimentar más de lo que nosotros pudimos hacerlo”.
 
 
Segall afirmó que antes era un buen lector aunque cree que en los últimos años ha llegado a ser aun mejor, "porque tengo siempre a mano los libros dentro de estos dispositivos y puedo leer tanto en aviones como en trenes o allá donde vaya”.
 
Según Segall, en el ámbito de la lectura en soporte digital “la revolución no ha hecho más que empezar" porque "la gente puede autoeditarse". A su juicio "es fantástico que se digitalice lo que nos rodea, la música, las películas, o los libros en particular, porque todo se vuelve más sencillo, ya que es más fácil acceder al contenido pulsando una o dos teclas; en definitiva, mucho mejor de como era antes”.
 
“Utilizando el ejemplo de mi hijo de quince años a quien veo tan fascinado al haber entrado en el mundo de la lectura –apuntó Segall–, puedo decir que, para ser honestos, no era un gran lector hasta que le he comprado uno de esos dispositivos y ahora está descargando libros y está leyendo más y más… Creo que es estupendo fomentar este tipo de actividad” –subrayó.
 
 
Nota
 
Cómo se estableció la “i” como prefijo y llegó hasta los libros electrónicos de Apple
 
Durante la entrevista con Lectura Lab, Segall también confirmó el relato (ya publicado por él) sobre cómo surgió la idea de la “i” como marca y su aprobación por parte de Steve Jobs. El creativo contó que cuando Jobs presentó la nueva computadora al equipo todos estaban horrorizados, pero nadie se atrevía a decírselo. "Estábamos bastante sorprendidos, pero no podíamos ser francos" recuerda Segall. "Queríamos ser prudentes y amables, pero realmente estábamos pensando, «Jesús, ¿saben lo que están haciendo?». Aquello era tan radical".
 
En aquel momento Jobs les dijo que estaba apostando todo el futuro de la compañía en ese aparato, por lo que necesitaba "un gran nombre". Sugirió uno durante la reunión, pero según Segall era "terrible" tanto que podría "helar la sangre". [El nombre que sugería Jobs era “Mac Man”]. Entre los argumentos, Jobs remarcó que el nuevo equipo era un Mac, por lo que el nombre tenía que hacer referencia a la marca Macintosh y también dejar claro que la máquina estaba diseñada para internet. Igualmente tenía que ser aplicable a varios productos que se lanzarían en los años siguientes.
 
Segall recuerda que volvió a la oficina de Jobs con cinco nombres, cuatro de ellos eran "los corderos del sacrificio" en beneficio del nombre que le encantaba: iMac. Verdaderamente el nombre hacía referencia a Mac, y la "i" significaba "internet", dice Segall. "Pero también significaba individual, imaginativo y todas las otras cosas que se trataba de defender. Además, la "i" como prefijo, también podría aplicarse a cualquiera de los otros productos internet en los que Apple estaba trabajando.
 
El creativo cuenta que Jobs los rechazó todos diciendo “los odio”, pero Segall tenía clara la apuesta que estaban haciendo él y su equipo. “Así que volvimos de nuevo con tres o cuatro nombres nuevos –dice–, pero le insistí en que todavía nos gustaba iMac ".
 
Entonces Jobs contestó: "No lo odio esta semana, pero aún así no me gusta". Sin embargo, unos días más tarde Segall supo que Jobs había adoptado la idea y ya la había difundido en los diversos departamentos de la empresa. Más tarde llegarían iPod, iTunes, iPhone, iTouch, iPad y también los libros digitales de Apple: iBooks.

  


GO BACK
 
SECCIONES
 ·  CONSEJOS
 ·  I+D DE LA LECTURA
 ·  INCLUSIÓN
 ·  Lectyo
 ·  NOTICIAS
 ·  NUEVA CADENA DEL LIBRO
 ·  PENSADERO
 ·  ¿QUÉ ES LA FUNDACIÓN GSR?
 ·  TODOS LOS CONTENIDOS
 © Developed by Amigot Interactive Agency - New York