Uno de los resultados presentados en el informe realizado por The National Literacy Trust, que lleva por título Family Matters: The Importance of Family Support for Young People´s Reading [Asuntos Familiares: La Importancia del apoyo famliar en la lectura de los jóvenes], de desvela que uno de cada siete niños británicos nunca ha estado en una librería. Charlotte Williams, colaboradora de The Bookseller, ha entresacado algún dato más que comenta en un artículo publicado en este periódico digital.
Para realizar la encuesta se seleccionaron niños y jóvenes con edades comprendidas entre los ocho y los dieciséis años, alumnos de ciento veintiocho escuelas repartidas por Inglaterra, Norte de Irlanda, Escocia y Gales, explica la periodista.
El informe mostró que un catorce por ciento de los encuestados nunca había estado en una librería. De aquellos que sí que habían estado en alguna, el porcentaje superior eran niñas.
Por lo que respecta a las familias, el estudio desvela que a uno de cada tres padres sus hijos nunca le han visto leer, un resultado sensiblemente peor al recogido hace dos años, cuando el porcentaje era uno de cada cuatro. Y si la pregunta hace referencia sobre quién de los dos animaba más a la lectura, en más de un ochenta por ciento es la madre la que cumple esta función, frente a algo más del sesenta y cinco por ciento de los padres.

En palabras de Jonathan Douglas, director del National Literacy Trust, parece anticuado pensar que el fomento de la lectura dentro de las familias corre a cargo de las madres y está convencido de que el papel del padre en el desarrollo de la comunicación y la alfabetización de su hijos, está llamado a ser aún más importante.
Entre los jóvenes que ven a sus padres leer, muchos piensan de forma positiva sobre la lectura, y un ochenta por ciento hace suya la afirmación “Cuanto más leo, mejor persona soy”. Muchos de estos jóvenes no hablan con sus familias sobre lo que están leyendo, por regla general, y un doce por ciento confesó no haber recibido libros como regalo.