Un informe, avalado por otros veinticinco estudios, presentado en la recién celebrada Digital Book World Conference, constata que la piratería impacta de manera evidente en las cifras de venta de los libros. Juli Monroe, en un artículo publicado en TeleRead, se dirige a los editores hablando de este tema desde la perspectiva de su experiencia personal.
Entre las recomendaciones que se dieron a los editores durante la exposición del informe, dos fueron las que más llamaron la atención a Monroe: hacer que el contenido esté disponible en línea y que se apliquen las leyes antipiratería. Algo que, para esta coach especialista en Social Media y redes sociales, se viene aconsejando desde hace mucho tiempo, pero que no acaba de dar los resultados esperados.

Monroe reconoce que durante cierto tiempo pirateó contenido, pero que en un momento dado dejó de hacerlo porque los libros que buscaba empezaban a estar disponibles en formato digital. En su opinión, mucha gente no va a comprar nunca libros, siempre los va a piratear. Algunos de ellos lo hacen para tener un disco duro lleno de ebooks que nunca leerán. Pero los editores no deben preocuparse por este tipo de consumidores, comenta, sino por aquellos que quieren conseguir contenido en formato digital y están dispuestos a pagar por él.
Confiesa que ha estado tentada de piratear la última entrega de la saga de literatura fantástica La rueda del tiempo, de Robert Jordan, ya que aunque la edición en tapa dura acaba de editarse, la digital no estará disponible hasta abril. Pero al final, ha optado por pagar una versión en audio, para no contribuir a la práctica.