The New York Times, uno de los periódicos de más prestigio mundial, ha dedicado un extenso reportaje a Casa del Lector, el nuevo centro cultural de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, en el contexto de Matadero Madrid, un espacio que, en su visión, prospera más allá de los tradicionales circuitos de la capital española.
La periodista Sarah Wildman, en el artículo publicado el 1 de febrero de 2013 en la versión digital y dos días después en el diario impreso, subraya que intervenciones recientes en la planificación urbana de la ciudad han desplazado el interés turístico y cultural hacia barrios de Madrid próximos al entorno del proyecto Madrid Río en el que está emplazada Casa del Lector en el complejo Matadero.
La periodista destaca que la misión de Casa del Lector "es ofrecer un lugar donde la gente acude para comprometerse con la palabra escrita". Asimismo hace notar que además de un Centro Internacional para la Investigación, el Desarrollo y la Innovación de la Lectura, que es la razón de ser de Casa del Lector, hay una programación que incluye conferencias, clases o presentaciones.
Las zonas verdes ganadas tras el soterramiento del anillo de circunvalación vial en la zona sur de la ciudad han permitido –indica Wildman– recuperar una zona olvidada junto al río Manzanares y atraer a los turistas hacia las nuevas atracciones que ofrece Matadero Madrid desde seis años.
Wildman señala que en octubre de 2012 fueron inauguradas por los Príncipes de Asturias, don Felipe y doña Letizia las instalaciones de Casa del Lector, el edificio más intensamente intervenido arquitectónicamente y el último del complejo en abrir sus puertas. Cuatro espacios del antiguo matadero, cedidos por el Ayuntamiento de Madrid, fueron rehabilitados por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez según un proyecto del arquitecto Antón García-Abril.
La periodista opina que "el espacio en sí es una maravilla" donde "pasarelas de hormigón parecen flotar por encima de aulas de cristal" y donde cada espacio está señalizado con carteles luminosos de luces LED. También destaca que el Auditorio de Casa del Lector es como un túnel de luz en el que "casi se puede sentir la ingravidez".
En el reportaje la periodista reproduce la opinión del diseñador Oyer Corazón, integrante del estudio Investigación Gráfica Alberto y Oyer Corazón, que ha tenido a su cargo la señalética del conjunto de Casa del Lector. A su entender Matadero se ha convertido en un lugar de cultura que atraerá a los madrileños en los años venideros. Asegura que el número de visitantes se multiplicará porque ahora se ha abierto el acceso a Matadero desde Madrid Río y los fines de semana este espacio está lleno de gente, a pie y en bicicleta. Además, destaca Corazón, "Todo está abierto y todo es gratis".
Wildman también se refiere en el reportaje a las instalaciones de la Cineteca, la Central de Diseño, Intermediae o las salas destinadas a la música que gestiona Red Bull.
El artículo completo de The New York Times puede leerse en este enlace.
El diario madrileño ABC también se ha hecho eco del reportaje publicado por su homólogo neoyorquino.