Christopher Harris, coordinador de la red de bibliotecas escolares de Genesee Valley (NY), defiende las ventajas que ofrecen a las redes de bibliotecas las compras cooperativas de libros electrónicos frente a la gestión de adquisiciones de estos materiales de forma individual en cada una de ellas en relación con el proyecto WEBooks.
En un artículo de The Digital Shift, Harris comenta la experiencia del proyecto WEbooks y señala que las compras a nivel regional o de distrito suponen un ahorro evidente y un aprovechamiento al máximo de los presupuestos con los que cuentan las bibliotecas. Lo importante, eso sí, destaca el analista, es asegurar que todos los participantes en el consorcio se sientan involucrados en el proceso de selección de los fondos. En pos de este objetivo nace precisamente el proyecto WEbooks, que la Asociación Educativa de Genesee Valley puso en marcha para gestionar de forma más eficaz la adquisición de fondos electrónicos destinados a su sistema de bibliotecas escolares. Iniciativa que, como apunta Harris en el artículo, ha sido reconocida recientemente como proyecto tecnológico innovador por el American Library Association’s 21st-Century Libraries Committee.
Harris expresa que las ideas que subyacen a esta modalidad cooperativa de compra de fondos fueron yaexpuestas por él en dos artículos publicados en 2012, en los que hacía una llamada a buscar estrategias conjuntas de financiación y reclamaba precios justos de los libros electrónicos para las bibliotecas.
Pero lo interesante del proyecto es que no se trata solo de agrupar a las bibliotecas para hacer conjuntamente las compras que antes hacían de forma individual, aunque esto ya suponga un ahorro. De cara a apoyar todo tipo de bibliotecas y aulas rurales, comenta Harris, se propuso a los bibliotecarios una solución combinada de financiación: asignar una parte de los recursos de las ayudas estatales para materiales que recibe cada biblioteca –un montante por alumno– a favor de las compras regionales, y paralelamente buscar recursos adicionales para el aula y financiación de libros de texto.
Según afirma Christopher Harris, pedir a los bibliotecarios que renunciaran al 10 o al 20 por ciento de sus presupuestos suscitó resistencias totalmente razonables. En ese momento fueron conscientes de que ese escollo solo podría solventarse si se aseguraba a los bibliotecarios participantes que mantendrían el control de su dinero durante todo el proceso de selección de fondos. Este planteamiento fue el que dio origen a la propuesta de gestión en la que se basa WEbooks, inspirada en modelos de financiación pública como Kickstarter, plataforma crowdfunded (como otras comentadas en Lectura Lab) donde la gente publica proyectos para recaudar fondos de donantes individuales; se reciben adhesiones al proyecto y si hay suficientes compromisos ecónomicos que aseguran el presupuesto necesario, se llevan a cabo.
A los responsables del proyecto, comenta Harris, el modelo crowdfunded les pareció aplicable al caso, y así se optó por crear una herramienta de selección basada en el anuncio y formulación de compromisos de los miembros del consorcio: desde un centro se indica la intención de comprar una obra, se reciben adhesiones y cuando el número de compromisos alcanza el precio de referencia establecido, el libro se compra para la región con la financiación de los centros que formularon el compromiso de compra.
Tres son las claves del éxito del proyecto, según apunta Harris:
Con la ayuda de los bibliotecarios se encontró un equilibrio entre la renuncia de ciertos fondos de cada biblioteca y el control de éstas sobre el proceso de selección y compra.
Se acreditó a los editores que estaban dispuestos a considerar un nuevo modelo de negocio y de oferta de precios al consorcio: ABC-CLIO, Britannica, House Chelsea, Lerner y Rosen.
La negociación que mantuvo Mackin VIA con los editores sobre los precios para hacer posible esta compra regional.
Christopher Harris manifiesta finalmente que más allá de resolver su problema particular, en Genesee Valley perseguían poner en marcha un proyecto que fuera replicable y sostenible; en ese sentido, Harris cree que el modelo que inspira WEbooks puede funcionar para los distritos y consorcios de todo el país.