Frente a las previsiones claramente pesimistas que hace pocos meses vaticinaban un retroceso de los niveles de venta de eReaders, datos más recientes muestran que este dispositivo goza de bastante buena salud. Si en noviembre de 2012 el número de adultos estadounidenses propietarios de un lector electrónico no alcanzaba el veinte por ciento, el dato de enero es siete puntos mayor, situándose en un porcentaje superior al veinticinco. (Véase Lectura Lab).
Esta es la información que facilita el Pew Research Center como parte de una encuesta incluida en su estudio de hábitos de compra de dispositivos móviles [America’s mobile shopping habits], de la que Nate Hoffelder se hace eco en un artículo de The Digital Reader.

De acuerdo con la investigación, el incremento en los índices de adquisición y tenencia de lectores electrónicos superaron a los experimentados en el mercado de las tabletas, que fueron también notables. Hoy, algo más del treinta por ciento de los estadounidenses posee una.
La situación, además, no se circunscribe al mercado estadounidense. En Alemania, por ejemplo, se vendieron el pasado año un millón de estos lectores digitales.
Así pues, la realidad demuestra que los informes que auguraban la decadencia del dispositivo, y que en su extremo más pesimista situaban la disminución de adquisiciones en un tercio, fueron exagerados. Aunque la evolución al alza se haya ralentizado, parece evidente que los lectores y los compradores de libros siguen incorporándose al ámbito de la lectura digital de la mano de los eReaders.