El uso de teléfonos inteligentes por adolescentes norteamericanos ha aumentado sustancialmente en el último año. Uno de cada cuatro se conecta a internet a través de estos dispositivos móviles, según un informe del Centro de Investigación Pew.

Este estudio es el segundo que realiza este centro en colaboración con el Berkman Center of Internet & Society de la Universidad de Harvard. Para ello se realizaron encuestas telefónicas a nivel nacional, tanto en inglés como en castellano, a más de ochocientos jóvenes con edades comprendidas entre los doce y los diecisiete años.

Según ha manifestado Mary Madden, investigadora senior de este centro y coautora del informe, la forma en la que los adolescentes acceden a internet ha pasado de la conexión fija vinculada a un ordenador familiar, a estar siempre conectados. Esta tendencia, continúa, marca el patrón en conectividad móvil que más tarde se repetirá en aquella población con más edad.

Un artículo publicado en The Digital Shift recoge los resultados más destacados:

• Un setenta y cuatro por ciento de los adolescentes que acceden a internet lo hace de manera ocasional a través del móvil. Mientras que un veinticinco por ciento confiesa hacerlo con cierta asiduidad. Un porcentaje que se distancia considerablemente del quince por ciento de adultos que lo hacen.
• Un cincuenta y cinco por ciento de las chicas encuestadas demostraron estar más decididas a acceder a internet a través del móvil, aunque en cuanto a propiedad se refiere no se apreció ninguna diferencia por sexos, con un setenta y ocho por ciento de adolescentes que ya tiene su propio teléfono inteligente.

Esta tendencia, explica Amanda Lenhart, investigadora senior de este instituto, supone un nuevo desafío para aquellos padres que deseen controlar el uso que hacen sus hijos de la red. Por otro lado, continúa, para aquellos padres que deseen restringir el acceso a ciertos contenidos en línea, lo tienen más difícil con estos dispositivos móviles, ya que se requieren soluciones más técnicas.

Por último, en relación al poder adquisitivo de estas familias, aquellos jóvenes provenientes de hogares con menores ingresos siguen siendo los que menos utilizan internet. Sin embargo, en ocasiones tienden a utilizar más el teléfono inteligente como medio para acceder a la red.