Del 12 al 14 de marzo tuvo lugar en Leipzig una conferencia internacional de expertos en torno a la alfabetización temprana organizada por Stiftung Lesen y el Instituto Goethe. Bajo el lema Prepare for life!, se planteó un intenso debate en torno a los diferentes aspectos que conforman este concepto fundamental en la sociedad actual.
La primera jornada se abrió con una conferencia sobre la relevancia económica de la alfabetización temprana, impartida por el Eric A. Hanushek, de la Universidad de Standford. A lo largo del día, y con objeto de sentar las bases del debate, se abordaron distintos aspectos sobre el tema, desde el punto de vista fisiológico y psicológico, y se definió la alfabetización como una habilidad general de interactuar con el mundo que nos rodea. La jornada se cerró con un panel de debate sobre las metas y los límites de la alfabetización temprana.

El segundo día de sesiones se centró en cuestiones más específicas que complementaron el marco teórico: la historia y los condicionantes sociales y culturales; los últimos descubrimientos científicos; los responsables: la familia, los educadores, los libreros y los voluntarios; y las buenas prácticas, entre las que Bookstart brilló con luz propia. El tercer día llegó el turno de la política con un panel en el que se debatió sobre la responsabilidad de la administración. La conferencia se cerró con la participación a modo resumen de Ulrike Hanemann, del Institute for Lifelong Learning de la Unesco.
Entre las conclusiones, enunciadas por Jörg F. Maas, ejecutivo del Stiftung Lesen, destacan dos máximas. La primera es que la alfabetización temprana es un prerrequisito para cualquier adquisición de habilidades por parte de los niños. La segunda es que todos los miembros de la sociedad son responsables de contribuir a la alfabetización temprana, en los sentidos que a continuación se detallan:
Políticos y legisladores
Las carencias en alfabetización empobrecen la vida del individuo y, por tanto, tienen un impacto negativo en la economía de un país. En este sentido, es responsabilidad de los políticos y los legisladores incluir programas de alfabetización temprana en sus sistemas educativos y sociales y proveer de recursos financieros perdurables a todas las partes incluidas en el proceso. El planteamiento ha de hacerse de forma interministerial y con independencia de los períodos legislativos.
Mecenas
La importancia de la infancia hace que esta cobre un interés central para las compañías, corporaciones, organizaciones de trabajadores, y otros agentes del sector privado que pueden financiar programas de alfabetización temprana, así como invertir en los niños y su educación. El trabajo en este sentido ha de ir más allá de las instituciones educativas tejiendo redes que permitan ampliar los grupos objetivos.
Profesionales y voluntarios
Los docentes, los bibliotecarios y otros profesionales del sector tienen una enorme responsabilidad. De ellos se espera el más alto nivel y, en este sentido, han de recibir la formación adecuada, con especial atención a las nuevas tecnologías, y ser recompensados de forma apropiada para mantener la motivación y la calidad en su trabajo. Los voluntarios, por su parte, también pueden aportar su granito de arena, especialmente por su compromiso y motivación, así como por su capacidad para tratar con grupos fuera de los canales oficiales. Su formación y su papel deben reforzarse, si bien no deben considerarse sustitutos sino complementarios de los profesionales.
Familias
Los padres y los cuidadores son los primeros formadores de los niños, por lo que su integración en los programas de alfabetización temprana es fundamental para su éxito. Padres y cuidadores deben ser conscientes de su papel como modelos y recibir motivación y apoyo para compartir palabras e historias con los niños, ayudarlos a hablar, cantar, jugar, moverse y comunicarse.
Investigadores
La alfabetización temprana es una materia interdisciplinar, por lo que es necesaria la cooperación entre diferentes perspectivas científicas para alcanzar un objetivo común. La relación entre la investigación y su puesta en práctica y evaluación debe ser bidireccional, de tal forma que los resultados sirvan para la optimización de programas, con énfasis especial en propuestas a largo plazo que permitan definir estándares.
Más información sobre la conferencia en el siguiente enlace.
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