Los editores ante el avance y la convivencia del libro digital y el papel

En Argentina y en Latinoamérica en general el mercado editorial sigue siendo de papel pero la edición digital experimenta un significativo crecimiento y, lo que es más importante, se percibe con unas expectativas muy halagüeñas. Un amplio abanico de editores opina acerca del proceso de renovación del sector editorial en América Latina y de un futuro que contemplan con generalizado optimismo.

Estas y otras impresiones surgen del coro de voces de un amplio conjunto de editores de la región a los que el periodista Walter Lezcano da cabida en un artículo publicado en la Revista de Cultura Ñ del diario argentino Clarín. Las intervenciones de los editores rezuman optimismo y apuestan por una clara convivencia entre el papel y lo digital, huyen de enfrentamientos vanos y encaran con determinación un futuro que se percibe prometedor.

En el artículo se vuelcan las opiniones de un variado plantel de profesionales, en el que tienen cabida avezados e incipientes editores y conviven las expresadas desde los grandes grupos con las de pequeños sellos, acerca de diferentes aspectos del mundo de la edición en Latinoamérica, que en síntesis puede recogerse en los siguientes puntos:

El balance de unos y otros sobre el camino recorrido es positivo de forma coincidente, como pone de manifiesto Augusto Di Marco, director de Área Sur de Prisa Ediciones, cuando afirma que: “Para nosotros el balance es muy positivo porque pudimos convertir casi todo nuestro catálogo a formato digital. Y además, todas las novedades se lanzan ya en ambos formatos (papel y digital) en forma simultánea. Entonces, 2012 fue el año en el que profundizamos nuestra inserción digital, posicionándonos de manera inmejorable en el mercado del libro electrónico”.

Y desde el lado de las editoriales pequeñas la reflexión corre paralela. “Lanzamos los ebooks en septiembre de 2012. Conseguimos estar en todas las librerías virtuales de Argentina y las más importantes del exterior –afirma Maximiliano Papandrea, de La Bestia Equilátera–. En los lugares donde no tenemos distribución de libros en papel llegamos con el ebook, de modo que los lectores se volcaron a eso”.

La reestructuración del sector se percibe como una oportunidad para la región ante la que el editor ha de tener reflejos para responder al creciente dinamismo que se experimenta el mundo del libro, estima Papandrea. A este momento de transición se refieren también Mariano Blatt y Damián Ríos, responsables de Blatt & Ríos, cuando afirman: “Creemos que el ebook trajo cambios en todos los aspectos del quehacer editorial, en los modos de producción; en el tipo de conocimiento necesario para ser editor; en el modelo de negocio (costos, distribución, venta, derechos, etcétera)”.  Un cambio que estiman, debería afectar también a “otros sectores satélites de la edición, como el periodismo cultural, que todavía no logra superar la visión del ebook como una mera novedad tecnológica ,  en vez de ponerse a leer y reseñar igual que lo hace con los libros en papel” –opinan Blatt y Ríos.

Por su parte María José Ferrari, de Random House Mondadori, manifiesta: “Pero sobre todas las cosas, creo que el mayor cambio se da en las nuevas tiendas online que se incorporan al circuito editorial y en la forma que tienen de vender los libros, una venta que se basa en las estrategias de marketing, la fidelización de los clientes y en el cómodo acceso a los libros, ya que en estos casos son las tiendas las que se acercan a los lectores de libros electrónicos”.

Se observan oportunidades cifradas en varias vertientes. Blatt y Damián Ríos destacan que “Las ventajas son evidentes: no hay costos logísticos, los textos son entre un 60 y un 70 por ciento más baratos, la distribución es instantánea”.

Por otro lado, Catalina Lucas, de Random House Mondadori, considera que “el libro digital nos trajo la posibilidad de ofrecer nuevas propuestas. Como editores podemos hacer cosas diferentes gracias a lo que nos permite la tecnología y nos limita el papel”. Y en el tercer vértice del argumentario está la aparición de nuevos sellos ligados dedicados ya de forma exclusiva a generar productos virtuales, de algunos de los cuales se da cuenta en el artículo.

No se olvidan las preferencias de los lectores y desde esta perspectiva se destacan las ventajas que ofrece el momento; en este sentido María José Ferrari y Catalina Lucas consideran que “los lectores de ebooks tienen otros beneficios, otros hábitos, es otro mercado del cual todavía queda mucho por recorrer”. Ferrari apuesta por atender de forma equilibrada al público lector en su conjunto. “Creemos que hoy en día hay que ofrecer la oferta en papel y digital por igual –dice–, hay que ofrecer el libro electrónico para el público que ya prefiere este formato. Son públicos que coexisten y conviven”.

La intervención de Augusto Di Marco puede servir como catalizador del sentir de este mosaico de opiniones vertidas por los profesionales latinoamericanos de la edición respecto al momento que vive el libro y la lectura en la región. “Es un contexto nuevo al que adaptarse –afirma–. Los dispositivos están recién despegando a nivel global y con poca inserción local aún, la venta ha sido magra en nuestro país –-apostilla Di Marco respecto de Argentina–. Pero la tasa de crecimiento de estas ventas en todos los mercados es lo suficientemente interesante como para prestarle atención. Le está dando más agilidad, menores barreras de entrada a lo que se publica, menor poder de prescripción especializada, mayor libertad autoral, mayor amplitud de miras y, sobre todo, mayor variedad”.

 


GO BACK
 
SECCIONES
 ·  CONSEJOS
 ·  I+D DE LA LECTURA
 ·  INCLUSIÓN
 ·  Lectyo
 ·  NOTICIAS
 ·  NUEVA CADENA DEL LIBRO
 ·  PENSADERO
 ·  ¿QUÉ ES LA FUNDACIÓN GSR?
 ·  TODOS LOS CONTENIDOS
 © Developed by Amigot Interactive Agency - New York