Institutos y universidades estadounidenses se encuentran más rezagados que el resto de sus homólogos en el sector en lo que a educación online se refiere. Un estudio de la New American Foundation sugiere una serie de políticas que tanto estados como sistemas educativos podrían adoptar para ponerse al día.
State U Online es un informe realizado por Rachel Fishman, una analista de esta fundación, que ha investigado los esfuerzos que está realizando la educación pública en el entorno digital.

Al parecer –sugiere este estudio– existen claras diferencias de un estado a otro. Algunos, por ejemplo, están realizando auténticos avances para que la educación superior en línea sea más racional y accesible para todos los estudiantes. Unas medidas –sostiene Fishman– que se alejan de las clases desorganizadas basadas en internet y que se acercan a una verdadera universidad pública.
El informe identifica cinco etapas acumulativas que Charles Huckabee ha recogido en un artículo publicado en The Chronicle:
- Que las instituciones estatales colaboren para establecer un centro de búsqueda en línea de cursos y licenciaturas.
- Que las instituciones colaboren a través de recursos compartidos, como por ejemplo, un sistema de gestión del aprendizaje.
- Que estos sistemas ofrezcan servicios de apoyo para todos los estudiantes de cualquiera de las instituciones que conforman el sistema, independientemente del lugar en que estén inscritos.
- Que el Estado, o en su defecto un sistema que englobe las instituciones de educación superior dentro de un mismo Estado, alcance todos los niveles precisos de colaboración además de facilitar a los estudiantes la convalidación de créditos entre el resto de las instituciones.
- Trasladar este concepto más allá de las fronteras de un Estado. Es decir, que los estudiantes puedan acceder a los cursos de cualquier institución a través de estos consorcios multiestatales sin tener que preocuparse de la convalidación de sus créditos ya que los acuerdos institucionales dentro del consorcio hacen que esta operación se realice de forma automática.
Por último, el informe señala que no existe un único modelo que se ajuste a las necesidades y prioridades de cada Estado, pero aún así es algo que puede mejorar los esfuerzos realizados para ofrecer una educación online y ayudar a los estudiantes a encontrar la forma más asequible de conseguir un título.