La mítica librería de Barnes and Noble de la Quinta Avenida de Nueva York cierra sus puertas. Aunque es una pérdida cargada de cierta melancolía, Mercy Pilkington explica y justifica las causas de este cierre en un artículo publicado en GoodeReader.

Es posible –comenta la periodista– que la noticia haya sido una sorpresa para muchos clientes y transeúntes de la Gran Manzana, pero en el 2013 B&N ya anunció el cierre de muchas de sus librerías a lo largo de este año. En esta ocasión, la situada en la Quinta Avenida se encontraba a escasos metros de otra perteneciente a la misma editorial.
Uno de los puntos fuertes de B&N –explica Pilkington– son los libros de texto universitarios y es una realidad que la inmensa mayoría de los estudiantes los compra en el campus, razón por la cual esta editorial ya se ha trasladado y trabaja desde muchos de ellos. A esto hay que añadir –continúa– que la mayoría de los materiales los adquieren a través de la tienda online de la editorial.
Por lo tanto –concluye– aunque siempre es una pena que una librería cierre sus puertas, las cuestiones demográficas y las características de los clientes potenciales no son las más adecuadas, en su opinión, para que la compañía la mantuviese abierta.