Amazon ha comenzado a realizar ventas directas de sus dispositivos Kindle en Brasil. ¿Cuál será el siguiente paso? Carlo Carrenho cree que serán los libros físicos, ya que si se puede enviar un Kindle, podrá hacer lo mismo con cualquier otra cosa.

La industria del libro en Brasil no se ha visto amenazada por el gigante minorista, el cual mantiene una cuota global del mercado del libro en este país de tan solo un uno por ciento. Pero al parecer empieza una nueva etapa.
Es sabido –explica Carrenho– que la empresa de Seattle ha estado negociando contratos de distribución de libros impresos con los mayores editores brasileños en los últimos meses, aunque no contaba con una operación logística establecida. Pero ahora esto ha cambiado. No se sabe si la distribución de sus dispositivos se realizará mediante una contratación externa o no –comenta el periodista- pero si se puede distribuir un Kindle, también se podrá hacer con un libro.
Otro de los puntos que destaca Carrenho es que Amazon ya es uno de los vendedores más importantes de libros extranjeros en Brasil. Son miles los títulos en inglés que compran al mes los brasileños. Por lo que con esta base de clientes, la empresa ya cuenta con una sólida plataforma de lanzamiento para vender libros impresos en el país –asegura.
Esta claro que el servicio “al día siguiente” que ofrece la empresas no podrá ser factible, por lo menos de momento, en Brasil. Sus Kindles llegarán a las grandes ciudades como São Paulo y Río de Janeiro en tres días hábiles, en ciudades más remotas, la entrega podría tardar incluso once días. Estos datos les han valido a los editores brasileños para bromear sobre la posible distribución mediante sus “famosos drones”.
Sin embargo –concluye Carrenho– servicios como comprar en un clic y la posibilidad de guardar la información de pago, son mejoras considerables si se compara con el resto de competidores de comercio electrónico de este país.