La
XXVII Feria Internacional del Libro de Bogotá (
FilBo) ha batido el record de asistencia de público y las ventas han sido superiores en un diez por ciento a las del año pasado lo que, según
Enrique González, presidente de la Cámara Colombiana del Libro, la convierte sin lugar a dudas en "la mejor Feria del Libro de la historia”.
La FilBo, celebrada del 19 de abril al 12 de mayo en la capital colombiana, un día antes del cierre había contabilizado la asistencia de 452.000 personas al recinto de Corferías, un 4,5 por ciento más que en 2013. El
programa incluyó 1.492 actos culturales. Sólo en la Noche de los Libros 23.000 visitantes acudieron al recinto. El pabellón más visitado, según González, fue el de
Perú, país invitado de honor, seguido del infantil, el editorial y el de caricaturas.
González afirmó que “el boom en ventas de literatura juvenil, con escritores como Carolina Andújar, Becca Fitzpatrick, Liniers y Mario Mendoza, nos deja una conclusión, y es que esta generación lee más que la anterior”.
Entre los actos culturales que se realizaron, González, destacó la importancia de haber tenido “dos premios Nobel de Literatura: uno en vida, Mario Vargas Llosa, y otro en memoria, Gabriel García Márquez”. Asimismo, resaltó “la irreverencia de Fernando Vallejo, el fervor de los adolescentes por Fitzpatrick y la calidad de cada uno de los invitados peruanos”.
Por otro lado, la rueda de negocios que realizó Proexport en el marco de la feria registró un total de 3,9 millones de dólares de ventas en la feria y 12 millones de dólares en expectativas de negocio. Según María Claudia Lacouture, directora de la entidad, los productos con más demanda por parte de los compradores internacionales “fueron las biblias, los libros digitales y los servicios de impresión”.
Juan Camilo Sierra, director del Fondo de Cultura Económica resaltó el hecho de quePerú como país invitado de honor ha dejado un balance "absolutamente exitoso". Aseguró que Perú "superó todas las barreras de cualquier invitado de honor anterior". Enumeró como raíz del éxito "la arquitectura de su pabellón, la exposición de fotografías de Morgana Vargas Llosa y del camino del Inca, la cronología de autores que desplegaron en las paredes para mostrarnos, de una manera muy inteligente, el universo de los libros del Perú, desde el Inca Garcilaso de la Vega hasta el grupo de autores contemporáneos, la exposición de Cisneros, toda la extraordinaria muestra gastronómica y, por supuesto, la librería, el corazón del pabellón, que puso a la venta 1.200 títulos disponibles, de sesenta y tres editoriales y seiscientos cincuenta autores. Al último cierre, se vendieron 9.100 ejemplares”, afirmó.
Mariela Noriega, directora general de industrias culturales y artes del Ministerio de Cultura de Perú, subrayó que el balance "es positivo por muchas razones: el corazón de la comitiva era la literatura y el libro, la propuesta abarcó a más de doscientos artistas y trescientas actividades que presentaron desde danza y gastronomía, hasta folclore, música y artesanías, pasando por el teatro, la fotografía y el diseño gráfico. Esa diversidad y el vínculo afectivo que se creó con el público, nos tiene tan contentos como las cifras mismas", subrayó.