Después de diecisiete días de actividad, la 73.ª edición de la
Feria del Libro de Madrid ha cerrado con un incremento de un cinco por ciento en las ventas con relación al año pasado, que se traduce en un ingreso global de 7.450.000 euros.
El director de la Feria del Libro de Madrid, Teodoro Sacristán, ha señalado que se puede hacer un balance "moderadamente optimista" porque, el problema es que "las librerías mañana seguirán vacías".
"La feria es la feria y tiene un público cautivo que cada año viene fielmente a comprar, pero el tráfico de las librerías ha caído de manera alarmante, enero y febrero fueron meses muy duros y pensábamos que marzo, con el día del libro y demás iba a mejorar, pero no ha sido así y las pérdidas en lo que va de año van en torno a un siete por ciento", ha explicado Sacristán a la agencia Efe.
Si bien por segundo año consecutivo las ventas han aumentado en la Feria, unos 350.000 euros más que en 2013, Sacristán advierte que estos resultados non logran salvar el comportamiento del sector en todo el año aunque reconoce que “si la Feria no existiera sería terrible”.
El programa de la Feria este año sobrepasó los cuatro mil quinientos actos protagonizados por casi novecientos autores, a lo que la organización atribuye en parte los mayores ingresos.