La Noche Mundial del Libro (
World Book Night), un esfuerzo por alentar la alfabetización de adultos con la entrega de libros gratis, dejará de celebrarse en los EE.UU. debido a falta de financiación.
Según informa Library Journal, la organización, en un comunicado de prensa lamenta el hecho de que después de tres años en los que miles de voluntarios distribuyeron más de un millón y medio de libros impresos por toda Norteamérica, se ven obligados a suspender la celebración.
"Los gastos de funcionamiento de la World Book Night en los EE.UU., incluso teniendo en cuenta el importante compromiso financiero y el tiempo de los editores, escritores, libreros, bibliotecarios, impresores, distribuidores, transportistas... son demasiado altos para sostenerlos", explican en el comunicado.
El concepto de un día internacional de la lectura surgió durante la Conferencia de la Industria del Libro de Londres, en mayo de 2010. En 1995, la
Unesco empezó a celebrar en todo el mundo el 23 de abril, una fecha significativa para la literatura universal por los aniversarios de Cervantes, Shakespeare y otros autores. En el Reino Unido se celebró por primera vez en 2011; en 2012, se amplió a los EE.UU. y Alemania. En España se celebra desde 1926, cuando fue creada la Fiesta del Libro español para recordar el nacimiento de Cervantes.
Este año, en la Noche Mundial del Libro los organizadores estadounidenses supervisaron la distribución de medio millón de ejemplares. Cerca de 25.000 voluntarios se inscribieron para entregarlos en sus comunidades, y 2.330 librerías y bibliotecas de Estados Unidos se apuntaron para actuar como base de operaciones para que los voluntarios registrados recogieran las copias para repartir.
También contribuyeron con su esfuerzo los editores, que asumieron el coste de impresión de los más de treinta títulos elegidos para su distribución anual mientras que los autores estuvieron de acuerdo en renunciar a sus derechos de autor. Donaciones individuales y varios premios contribuyeron a la financiación, pero la organización ha declarado explícitamente: "No podemos seguir adelante sin financiación externa sostenible y significativa".
Opinan los bibliotecarios
Christopher Platt, coorganizador de 2014 actos de la Noche Mundial del Libro de la Biblioteca Pública de Nueva York (
NYPL), expresó su tristeza por el cese de las actividades en los EE.UU. Recordó que el lanzamiento de la Biblioteca Schwarzman durante la celebración de 2014 reunió en la NYPL a autores, donantes, y cientos de amantes de los libros en un espacio tan lleno que tuvieron que rechazar a muchos en la puerta. "Espero que las bibliotecas, las librerías, y los donantes de libros que participaron en la WBN EE.UU. continuarán manteniendo vivo ese espíritu el 23 de abril de cada año" –dijo Platt.
Monique Flasch, de la Biblioteca Pública de Glenview (IL), también expresó su pesar, y señaló que fue "muy divertido ver la cara de la gente cuando les dábamos un libro. Muchos contaron que nunca habían tenido nada gratis". Después de su experiencia en la entrega de libros gratis en la estación de tren de cercanías, Flasch y sus colegas ya estaban lanzando ideas para2015. "Enseguida se creó una comunidad de lectores en la plataforma del tren. Fue genial saber que somos un montón y que lectores ávidos estábamos allí juntos ese día para promocionar los placeres de la lectura" –dijo.
Sally Thomas y su equipo en la Biblioteca Pública de Hayward utilizaron el programa Noche Mundial del Libro para sembrar su
serie "Book-to-Action" , que empareja el tema de un libro con una acción específica en su comunidad. Por ejemplo, utilizaron la novela
El lenguaje de las flores, de Diffenbaugh para destacar el trabajo de las organizaciones locales con el sistema de acogida, y libros con temas de naturaleza para inspirar un proyecto de limpieza voluntaria en un parque de la costa local. Para Thomas es una decepción que deje de celebrarse la Noche Mundial del Libro que había comenzado a calar en la construcción de su comunidad, aunque su biblioteca seguirá organizando actividades de participación ciudadana asociados con el programa Book-to-Action.