La Biblioteca Nacional recuerda al impresor Aldo Manuzio con una exposición

 

La Biblioteca Nacional recuerda al editor, tipógrafo y librero Aldo Manuzio con la exposición titulada 500 años sin Aldo Manuzio: Mercaderes en el templo de la literatura, que ofrece una  selección de libros incunables y antiguos del gran impresor renacentista y puede visitarse desde el 10 de febrero hasta el 19 de abril de 2015. 

La exposición, comisariada por Javier Azpeitia, se ha instalado en el Museo de la Biblioteca Nacional, donde se presentan nueve ejemplares salidos de las prensas del gramático apasionado por la lengua y la literatura griegas que había llegado a Venecia, centro impresor de Europa,  en 1489, casi cuatro décadas después de la invención de la imprenta.
 
Aldo Manuzio (1450-1515), fue una figura cumbre del Renacimiento de cuya muerte se cumplieron quinientos años el viernes 6 de febrero.
 
No solo cambió los modos de leer y convirtió la literatura en lo que ha sido hasta hoy: objeto de culto y, al tiempo, producto de mercado sino que hizo excepcionales aportaciones a la historia del libro que, en opinión del diseñador Enric Satué, "hoy forman parte de la naturaleza orgánica y convencional de este objeto cultural que en tantos años –por no hablar de siglos– tan poco ha cambiado".
 
Obra suya son la letra cursiva (aldina), el formato de bolsillo (tuvo la idea de reducir a tamaño octavo el formato de los libros literarios lo que supuso un aumento, no sólo de su producción, sino también de su fama), el libro ilustrado, el libro de texto, el impulso definitivo a los tipos de fundición de estilo romano, la consideración de la doble página como una unidad formal, la tapa de piel sobre cartón, el lomo plano, la estampación de láminas de oro en caliente, las colecciones temáticas, los catálogos, los consejos editoriales y muchas otras cosas.
 
Fue el primer impresor humanista que mostró una preocupación por editar libros atractivos para quienes podían permitirse comprarlos o estaban cansados de la falta de rigor de las impresiones habituales.
 
Manuzio se ocupó de la edición de los textos inaugurales de la cultura occidental en su lengua original, el griego clásico, un terreno apenas transitado hasta entonces por la naciente industria de la impresión.
 
Fue el hacedor del libro considerado el más bello y misterioso del mundo, El sueño de Polifilo, y a la vez la primera novela gráfica de la historia.
 
Javier Azpeitia, comisario de la muestra afirma que “en un entorno de crisis del mercado del libro, en una época en que el cambio de paradigma (del libro manuscrito al libro impreso) había sacudido los cimientos de la cultura escrita, dando lugar a los primeros grandes grupos impresores que saturaron de libros el mercado europeo, su estrategia para superar aquella crisis fue la de dar importancia, con sus modos de editar, al contenido de las obras y a la autoridad de los escritores”.
 
Además, Manuzio creó elementos promocionales como los catálogos de precios o la marca editorial. Como su propia marca: un delfín enrollado a un ancla, un jeroglífico que representa el adagio latino Festina lente, cuyo significado es “apresúrate despacio”.
 
La muestra recorre el catálogo de Manuzio: sus primeros libros impresos en griego que relanzaron a los clásicos de la literatura fundacional europea; sus pequeños libros portátiles, de faltriquera o bolsillo, que los nobles llevaban de paseo, y El sueño de Polifilo, el que para muchos es el libro más bello dado jamás por una imprenta.
 
Entre las joyas de la exposición, se muestra un grabado xilográfico llamado Triunfo de Pan, del que se desconoce el autor, en su versión sin censura y en su versión censurada. Este dibujo pertenece a un curioso ejemplar de la BNE del libro El sueño de Polifilo, editado por Manuzio en 1499.
 
Se trata de un incunable del que hay varios ejemplares en la Biblioteca Nacional y que, en su versión censurada, inédita, alguien grabó con fuego los atributos de Pan.
 
En su obra El diseño de libros del pasado, del presente y tal vez del futuro. La huella de Aldo Manuzio (Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 1998), Enric Satué subraya que "fuera de la fertilísima parcela manuziana se encuentran muy pocos elementos verdaderamente nuevos" y asegura que sin duda el libro impreso conserva aún "algún factor genético de aquella manera de hacer propia de Manuzio, tan brillante, eficaz y competitiva".
 
Por su parte, Pablo Delgado, en su blog Fahrenheit 451 recuerda que Manuzio fue el fundador de la Imprenta Aldina,famosa en su época por la impresión de las obras clásicas y por la invención de las letras itálicas, estos tipos llamados así por ser Italia el primer país en el que aparecieron, fueron introducidos por Manuzio en el año 1501, y estaban basados en una forma de escritura que se remonta a principios del siglo XV.
 
 

GO BACK
 
SECCIONES
 ·  CONSEJOS
 ·  I+D DE LA LECTURA
 ·  INCLUSIÓN
 ·  Lectyo
 ·  NOTICIAS
 ·  NUEVA CADENA DEL LIBRO
 ·  PENSADERO
 ·  ¿QUÉ ES LA FUNDACIÓN GSR?
 ·  TODOS LOS CONTENIDOS
 © Developed by Amigot Interactive Agency - New York