En los últimos años se ha podido comprobar un aumento considerable en el precio de los ebooks. Amazon ya había acostumbrado a los lectores a pensar que el precio perfecto para un libro electrónico era de unos diez dólares, pero ahora muchas editoriales venden sus éxitos de ventas con un precio que va de los trece a los dieciocho dólares ¿A qué se debe esa subida?
Las grandes editoriales han informado recientemente que los ingresos que han conseguido con los libros electrónicos se han reducido considerablemente en los últimos tres meses. Pero según asegura Michael Kozlowski en un artículo publicado en Goodereader, éstas se han negado a admitir que la subida en el precio está contribuyendo a que cada vez menos personas se decidan a comprarlos. Así por ejemplo, Carolyn Reidy directora ejecutiva de Simon and Schuster dijo que la caída de las ventas de libros electrónicos se debía principalmente a que en estos momentos un menor número de personas compraba dispositivos de lectura electrónicos.
Pero por qué los editores han decidido aumentar el precio de los libros electrónicos -se pregunta Kozlowski.
Desde 2007 hasta 2010 Amazon controló el mercado de los libros electrónicos. El minorista estaba dispuesto a asumir perdidas con la intención de vender sus ereader y sus tabletas, incluso llegó a desarrollar un algoritmo que igualase los precios para vender el mismo libro más barato.
Toda esta situación cambió con la llegada de iBooks de Apple y la primera generación de iPad. La empresa de Steve Jones quería desarrollar un mecanismo de fijación de precios y así crear un paisaje uniforme. Durante cinco años el Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha tratado de demostrar que Apple había sido el catalizador de la fijación de precios de los libros electrónicos.
De 2013 a 2014 los editores comenzaron a experimentar distintos modelos en el precio de los ebooks para ver cuál era el más interesante. Fue en 2014 y 2015 cuando se desarrolló el concepto de modelo agencia que les permitió a los editores determinar el precio del libro electrónico y limitar considerablemente los descuentos que realizaba el gigante minorista
En estos momentos todas las grandes editoriales pueden determinar sus propios precios. La industria editorial está dispuesta a asumir pérdidas en los próximos años con el fin de concienciar a los consumidores de que el ebook que antes costaba menos de diez dólares ahora cuesta entre trece y dieciocho.
El problema -asegura Kozlowski- es que cuando un libro electrónico cuesta más que una edición de bolsillo o de tapa dura, la duda surge ante la falta de propiedad que se tiene sobre el mismo. Un lector de ebooks no los posee, sino que lo que está comprando es una licencia de uso. Esto ha hecho que compañías como Txtr, Sony, Scholastic Storia, y Blinkbox Books hayan decidido salirse del negocio.
Kozlowski está convencido de que en los próximos seis meses van a seguir apareciendo informes sobre la disminución de ventas de libros electrónico, por lo que advierte, para que nadie se sorprenda, de la aparición de titulares anunciando la muerte de libro electrónico.
