¿En qué fijarse?
· Valora que sean visualmente atractivos, manejables, que tengan una adecuada encuadernación y textos e imágenes bien impresos.
· Sondea el grado de claridad del texto al exponer los conceptos, que resulte comprensible para la edad de tus hijos.
· Observa si las ilustraciones, fotografías, gráficos, tablas y cuadros son complementarios al texto y su nivel de calidad.
· Tantea la organización de los contenidos, si los capítulos están bien señalizados, si tiene sumario al comienzo e índices al final de la obra para que resulte más fácil encontrar la información.
¿En qué detenerse?
· Comprueba cómo está tratado el tema, que el enfoque sea objetivo, no tendencioso, sin estereotipos.
· Verifica que la información sea fiable y exacta, que no contenga errores ni omisiones y que estén actualizados los contenidos.
En cuanto al soporte, este tipo de obras pueden estar en formato impreso, audiovisual o electrónico. Lo importante es elegir en cada momento el que mejores prestaciones ofrezca y el más adecuado a las necesidades. Procura que tus hijos los utilicen de forma complementaria.