Cómo convertir los trabajos documentales en algo divertido
Al plantear un trabajo documental, conviene pensar en el niño o joven como un “explorador” que inicia un recorrido incierto en el que debe superar obstáculos y descubrir pistas que le conduzcan hasta el objetivo final. Este enfoque de partida ayuda a motivarlo y a desarrollar las tareas asociadas con dinámicas más eficaces y atractivas.
Los niños y los jóvenes son curiosos por naturaleza y esta característica favorece la elaboración de trabajos documentales y el aprendizaje. Sin embargo, en ocasiones consideran que estos proyectos son tareas poco motivadoras y complejas.
¿Qué hacer para motivarlos? Aspectos a tener en cuenta:
§ Diversifica las propuestas en función de su edad, relacionándolas con sus principales intereses y conectando los temas curriculares con su propia realidad.
§ Aplica una metodología activa y participativa, donde ellos sean protagonistas de su propio aprendizaje.
§ Utiliza dinámicas lúdicas que les motiven en la realización de tareas de búsqueda siguiendo su natural tendencia a explorar, a satisfacer su curiosidad.
§ Fomenta el trabajo en grupo que favorece el conocimiento compartido, el sentido de colaboración, el intercambio de ideas y opiniones y tiene una dimensión socializadora.
§ Emplea recursos que capten su atención y favorezcan el aprendizaje. El humor, el misterio o la búsqueda como reto funcionan como factores de atracción.
Pasos a seguir en una investigación.
La elaboración de un trabajo documental contribuye a que los niños y jóvenes adquieran destrezas de búsqueda, recuperación, análisis y tratamiento de la información.
Y se desarrolla en varias etapas sucesivas que responden a las siguientes cuestiones:
1.- Planteamiento: ¿Qué queremos investigar? ¿Cómo lo vamos a presentar?
§ Elige un tema de interés sobre el que se pueda obtener información con cierta facilidad y establece límites para acotarlo, que pueden ser geográficos, temporales, etc.
§ Comprueba los conocimientos previos que tienen del tema y establece con ellos las palabras clave para emprender la búsqueda de información.
§ Ofrece diversas posibilidades y alternativas creativas para presentarlo: un fichero, un mural, un periódico, un blog, una grabación sonora, etc.
2.- Recursos: ¿Dónde podemos buscar?
§ Presenta una amplia selección de materiales documentales en diferentes soportes: enciclopedias y diccionarios, periódicos y revistas, libros informativos, cederrón, objetos digitales que puedes encontrar en la red…
§ Muestra las características particulares de cada recurso, destacando el tipo de información que se puede encontrar y cómo está organizada.
§ Identifica los documentos más adecuados para realizar la investigación sobre el tema seleccionado.
3.- Información: ¿Qué seleccionamos y cómo lo procesamos?
§ Ayúdales a recopilar la información en función del planteamiento del trabajo.
§ Pide que lean detenidamente la documentación para tomar notas, organizar los datos, analizar y valorar los contenidos, asegurando que identifican lo esencial y que el contenido global sea coherente.
§ Pide que reelaboren el contenido final aportando sus conocimientos e ideas a la información seleccionada.
§ Ajusta con ellos el resultado final a la presentación elegida. La información debe exponerse de forma adecuada al formato: una revista, un vídeo, una presentación oral o multimedia, etc.
Y recuerda…
Cuado plantees un trabajo documental, piensa en el niño o joven como un “explorador” que inicia un recorrido incierto en el que afronta retos, supera obstáculos y descubre pistas que le conducen hasta el objetivo final.
Esta experiencia puede convertirse en un método de trabajo útil para transformar la información en conocimiento.
© Copyright Fundación Germán Sánchez Ruiperez, 2010