Emilio Sánchez asegura que los talleres explícitos, que organizan y comparten la lectura "son un refuerzo para la comprensión lectora" y señala que nunca hay un contacto aparentemente solitario con el texto, porque siempre hablamos de lo que hemos leído o esperamos hacerlo.
Emilio Sánchez y su equipo de investigadores de la Facultad de Psicología de Universidad de Salamanca, han tenido a su cargo la evaluación de la comprensión lectora en el contexto del programa Territorio eBook, que lleva adelante la Fundación sobre el impacto de la lectura en soporte electrónico.
En concreto, estos resultados se refieren a la primera fase de la investigación, en la que participó un grupo de mayores de 55 años, socios de la biblioteca de Peñaranda de Bracamonte, que leyeron la novela El manuscrito de piedra (Alfaguara), de Luis García Jambrina, en formato electrónico. Una parte del grupo, además, participó en actividades complementarias organizadas por la biblioteca como un club de lectura o visitas a la ciudad para situar el escenario de la novela.
El investigador señala que, en cierta medida, cuando leemos siempre hay un taller implícito, donde se produce la lectura que podamos hacer de una novela, un taller que no está organizado, que ni siquiera es visible, pero él cree que "siempre leemos creyendo que habrá un otro que escuchará lo que hemos pensado mientras leíamos, lo que hemos sentido".
Emilio Sánchez sostiene que "el taller siempre es necesario, implícito o explícito, y el explícito desde luego para personas que tienen una experiencia lectora limitada tiene un papel óptimo".
Explica que lo que hace un taller "probablemente, es organizar, hacer visible, comprometer en esa lectura a mucha gente, y por lo tanto si siempre leemos en un taller implícito el taller cumple una función, especialmente para lectores que quizá han tenido una experiencia limitada".
"Por tanto –dice– en esa franja el taller tiene que cumplir una función clave", aunque apunta que "también hay que pensar que cuanto más competente se vuelve uno con la lectura más abona un taller más implícito, más socialmente distribuido que no está tan visible, pero que tiene la misma fuerza, el mismo papel".
El equipo dirigido por Emilio Sánchez, de la Facultad de Psicología de la Universidad de Salamanca, está integrado también por J. Ricardo García y Héctor García.
Refiriéndose a los lectores que participaron en la primera fase del experimento de Territorio eBook, Sánchez señala que después de un conocimiento acumulativo de cuarenta años, haciéndolo sobre textos cortos o diseñados, ex profeso, para cada estudio, este reto sin precedentes les ha llevado a descomponer los elementos de una novela, jerarquizando su contenido, que ha sido leída, en formato electrónico, por un grupo de lectores mayores de 55 años.
Después de analizar la incidencia de los talleres de lectura en el nivel de comprensión lectora de la mitad de estos lectores y comparándolo con la otra mitad que ha leído de manera individual, Emilio Sánchez asegura que se ha podido constatar que los lectores que participaron en las actividades organizadas por la Biblioteca han comprendido la novela mejor, recordando más ideas relacionadas con la trama principal y los personajes, y han sido capaces de hacer más inferencias (imaginar argumentos paralelos, atribuir motivos a los personajes...)