Primera inmersión en el proyecto Conexiones Improbables del CDS

La semana del 27 de junio al 1 de julio supuso la primera inmersión en el proyecto Conexiones Improbables en la niebla, una iniciativa del Centro de Desarrollo Sociocultural (CDS) de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez en colaboración con la plataforma Conexiones Improbables, que dirige Roberto Gómez de la Iglesia. En la plataforma también participa Banana Asylum, colectivo encargado del impulso del proyecto que trata de explorar “las formas en que el CDS se comunica con los usuarios y los no-usuarios, y repensar los modos de trabajo y de comunicación internos y externos, para ofrecer nuevos recursos y servicios presenciales y en la nube”.


La semana del 27 de junio al 1 de julio supuso la primera inmersión en el proyecto Conexiones Improbables en la niebla, una iniciativa del Centro de Desarrollo Sociocultural(CDS) de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez en colaboración con la plataforma Conexiones Improbables, que dirige Roberto Gómez de la Iglesia. En la plataforma también participa Banana Asylum, colectivo encargado del impulso del proyecto que trata de explorar “las formas en que el CDS se comunica con los usuarios y los no-usuarios, y repensar los modos de trabajo y de comunicación internos y externos, para ofrecer nuevos recursos y servicios presenciales y en la nube”.
 
 
 
 
El plan de trabajo ha sido intenso para las integrantes de Banana Asylum, Leili Srebeiny-Mohammadi y Madeleine Hodge, ya que uno de los objetivos principales de su visita era entrevistarse con el personal del CDS para conocer mejor su trabajo, habilidades e intereses. Esta aproximación antropológica para acercarse al contexto en el que se trabaja, es clave en el enfoque que plantea Banana Asylum para proponer intervenciones culturales en el espacio público. Seguirán, en una segunda fase, entrevistas con los usuarios que asisten al Centro y con personas de la comunidad que no participan en las actividades del CDS.
 
Además de seguir explorando las potencialidades que tiene el territorio, la semana terminó con un taller en el que participaron un buen número de integrantes del CDS, Leili y Madeleine, de Banana Asylum, y Roberto Gómez, de Conexiones improbables. Además, asistieron como observadores activos los miembros de un equipo del Instituto Universitario de Ciencias de la Educación (Universidad de Salamanca) que está elaborando un documental sobre la experiencia, y María Tolmos, alumna en prácticas del Master MBA de Empresas e Instituciones Culturales de la Universidad de Salamanca.
 
 

 
 
El taller sirvió para centrar las relaciones entre arte, antropología y tecnología: los tres vértices del triángulo sobre los que se asienta este proyecto que trata de propiciar el intercambio y encuentro en el espacio público. La ocasión también permitió el debate y la reflexión sobre las tensiones e incertidumbres que provoca en una organización esta nueva forma de aproximarse a lo que debe ser el centro cultural del futuro.
 
Por su parte, Roberto Gómez de la Iglesia, director de c2+i, destacó la importancia de la metodología que propone Conexiones Improbables: realizar una co-investigación entre los artistas seleccionados y la organización. Eso implica que las tareas no se definen tanto por competencias, sino que se busca generar ideas o saberes mediante las aportaciones de todos los miembros del grupo (las teóricas incompetencias de una materia suponen un espacio de oportunidad para los procesos de hibridación entre competencias distintas).
 
Asimismo, señaló cómo en estos procesos de innovación, las organizaciones pasan por fases de desconcierto, provocado por la metodología basada en los principios de la intersección entre ámbitos, disciplinas y personas diversas, que en ocasiones obliga a flexibilizar el grado de implicación de las personas en el proyecto.
 
Conexiones Improbables hace de la hibridación entre diferentes un entorno capaz de promover metamorfosis, a menudo poco previsibles, en las lógicas del pensamiento lineal y de la innovación direccional e incremental. Propone una slow innovation más profunda, más radical, más sustentada en la investigación y experimentación conjuntas, en los valores y en las personas.
 
La sesión se completó con tres encargos por parte de Banana Asylum al equipo de trabajo del CDS:
 
1.     Elaborar un diario de campo sobre el uso de las Tecnologías tanto en el ámbito profesional como personal.
2.     Seleccionar un texto preferido –sea el formato que sea– para incorporarlo a una actividad conjunta: caminata de libros.
3.     Elegir un tema, para poder conversar sobre él con otras personas.
 
Estas tres tareas serán analizadas por Banana Asylum y formarán la base documental junto a las entrevistas, las propuestas de actividades y los recursos sobre la niebla. Con esta base documental se trabajará de cara al mes de setiembre en el que será el período principal de exploración artística e investigación antropológica del proyecto Conexiones Improbables en la niebla.
 
La jornada terminó con una rueda de prensa en la que se presentó este proyecto de investigación que trata de explorar cómo serán los centros culturales del futuro y qué papel juegan los espacios físicos y su relación con la comunidad, en ese nuevo contexto de consumo cultural en la nube.

 


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