Apple: los contenidos no son lo que más importa

Apple obtiene muchos más ingresos por la venta de aparatos que por la de contenidos. Felix Salmon, bloguero de la agencia Reuters, en un análisis sobre el futuro desarrollo bursátil de la compañía, incluye un gráfico con la evolución por trimestres del margen bruto referido a cada una de sus líneas de negocio.

Apple obtiene muchos más ingresos por la venta de aparatos que por la de contenidos. Felix Salmon, bloguero de la agencia Reuters, en un análisis sobre el futuro desarrollo bursátil de la compañía, incluye un gráfico con la evolución por trimestres del margen bruto referido a cada una de sus líneas de negocio. El margen bruto es el resultado de restar a los ingresos el coste de los bienes vendidos.
 
En el gráfico se aprecia que la diferencia entre el precio de venta y el coste de producción aporta a los resultados de la empresa una cantidad muy superior en el caso de las líneas de negocio de teléfonos (gris) y tabletas (azul) que en el caso de la venta de música (amarillo). Los datos relativos a los libros no se recogen siquiera, por ser poco relevantes.
 
 

 

 

 
Esta información está tratada desde la perspectiva de los inversores, pero desde la óptica de Lectura Lab se considera interesante porque permite elaborar hipótesis y sacar conclusiones respecto de la estrategia de la empresa de Palo Alto. Debe tenerse en cuenta que Apple es el principal vendedor de música de mundo y con mucha diferencia sobre los demás, lo cual presenta un panorama en el que los contenidos no tienen la importancia estratégica que antes se les otorgaba.
 
Desde este punto de vista es razonable aventurar si para esta compañía los contenidos no son otra cosa que un recurso necesario para la venta de dispositivos. Si esto fuera así podríamos valorar las recientes noticias en torno a la investigación sobre prácticas restrictivas de la competencia en el caso de los acuerdos de Apple con los editores. Para una empresa con una estructura de ingresos como la que se describe en el gráfico es muy sensato asegurar con eficacia la presencia de los libros en su oferta comercial. Dicho de otro modo, a la empresa quizás le preocupe más que los contenidos puedan ser consumidos en sus dispositivos que aquellos supongan una gran aportación a la cuenta de resultados.

La cuestión más relevante es la pérdida de valor relativo de los contenidos, es decir, de la creación y la edición. Ahora bien, esta pérdida de valor no tiene por qué serlo en el plano estratégico: el contenido es el generador del deseo de compra. 

 

 

 

 


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