Guía sobre servicios de descarga en las bibliotecas norteamericanas

Un estudio realizado en el 2011 por Chief Officers of State Library Agencies (COSLA) reveló que un treinta y nueve por ciento de las bibliotecas públicas estadounidenses no habían empezado a ofrecer servicios de descarga de materiales digitales como eBooks, audiolibros o películas. La publicación estadounidense Library Journal (LJ) está publicando una serie de artículos en los que se investigan distintas opciones dentro del ecosistema eBook. Por su parte, Sue Polanka en un artículo que publica en The Digital Shift realiza un escáner a todas las cuestiones que se deben de tener en cuenta antes de integrar los libros electrónicos en una biblioteca.

Un estudio realizado en el 2011 por Chief Officers of State Library Agencies (COSLA) reveló que un treinta y nueve por ciento de las bibliotecas públicas estadounidenses no habían empezado a ofrecer servicios de descarga de materiales digitales como eBooks, audiolibros o películas. Según COSLA, los libros electrónicos acabarán convirtiéndose en el formato preferido de lectura en el futuro, por lo que se ha fijado como meta que todas las bibliotecas públicas estadounidenses ofrezcan eBooks y material descargable para el año 2015.

En relación cone este tema, la publicación estadounidense Library Journal (LJ) está presentando una serie de artículos en los que se investigan distintas opciones dentro del ecosistema eBook. Por su parte, Sue Polanka en un artículo que publica en The Digital Shift realiza un escáner a todas las cuestiones que se deben de tener en cuenta antes de integrar los libros electrónicos en de una biblioteca.

Polanka en su artículo recomienda a toda biblioteca pública que antes de embarcarse en esta aventura tenga en cuenta una serie de aspectos. En primer lugar, considerar los pros y contras que tienen los libros electrónicos.

Entre sus virtudes, destaca:

Entre sus inconvenientes, señala:

A continuación recomienda hacer un estudio de la comunidad en la que está ubicada la biblioteca pública y sus necesidades que contemple si los usuarios piden libros electrónicos, qué contenido prefieren,o qué tipo de dispositivos utilizan. Todas estas preguntas, asegura Polanka, guiarán las decisiones que haya que tomar sobre el contenido y los formatos, además de involucrar a la comunidad en la formación de la colección digital.

Más adelante aconseja a aquellas bibliotecas que cuenten con presupuestos limitados, dos plataformas de libros electrónicos gratuitos, que como bien explica, aunque no dispongan de los últimos best sellers, ofrecen una amplia variedad de títulos. La primera a la que hace mención es Proyecto Gutenberg, a la que añade otra excelente opción que a su juicio es The Internet Archive (IA). Esta última cuenta con más de tres millones de artículos, tanto de dominio público como bajo licencia Creative Commons (CC), y una amplia variedad de formatos que casi pueden adaptarse a cualquier dispositivo de lectura electrónica.

Cuando llega el momento de comprar los libros, las bibliotecas públicas estadounidenses cuentan con una gran variedad de opciones. Por ello, Polanka propone evaluar a todos los proveedores y determinar el gasto y la concesión de licencias de cada uno de ellos. Como orientación, la articulista ofrece un listado con las que considera más recomendables:

Para guiar en la evaluación de cada proveedor, Sue Polanka apunta que hay bibliotecas que han creado hojas de cálculo o matrices para comparar características rápidamente: títulos disponibles, formatos de los archivos, modelos de negocio, plazos de concesión de licencias, disponibilidad de registros MARC, opciones de descarga, impresión, características de la interfaz, etc.

También se indican en el artículo los pasos que deben seguir los usuarios a la hora de descargarse eBooks de una biblioteca a un dispositivo personal. En opinión de Polanka, es imprescindible que las bibliotecas tengan claro los formatos de los archivos, los dispositivos y los procesos de descarga. Llegados a este punto, la analista aconseja que se ofrezca formación y apoyo a los usuarios y al personal de la biblioteca mediante videos tutoriales o demostraciones. Gran parte de este material está disponible en línea, bien a través de páginas web de bibliotecas, YouTube o páginas de proveedores. Aunque en su opinión, la mejor formación es la experimentación, incluso sugiere que en caso de que la biblioteca se lo pueda permitir, compre varios eReader y los distribuya entre el personal y que se empleen para la capacitación práctica, tanto del personal como de los usuarios.

Para terminar, realiza una pequeña reflexión sobre la cantidad del presupuesto que puede destinar una biblioteca a la compra de eBooks. En una encuesta realizada en 2011 por LJ se pudo comprobar cómo las bibliotecas públicas estaban gastando alrededor de un cuatro por ciento de su presupuesto en libros electrónicos. Cuando se les ha preguntado sobre cuánto creen que gastarán en 2016, éstas prevén que el ocho por ciento de su presupuesto. Pero Sue Polanka recuerda que, ante todo, lo que siempre debe tener en cuenta la biblioteca, son las necesidades de la comunidad y tomar las decisiones presupuestarias en base a esas necesidades.

 


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