Sobre los derechos de autor y la “desobediencia intelectual”

En una entrevista concedida por la artista Nina Paley al periodista Mac Slocum durante el Foo Camp 2012, un concepto apareció de forma recurrente: “desobediencia intelectual”. En un artículo publicado en O´Reilly Radar esta artista explica en primera persona en qué consiste esta actitud ante los derechos de autor y la propiedad intelectual.

En una entrevista concedida por la artista Nina Paley al periodista Mac Slocum durante el Foo Camp 2012, un concepto apareció de forma recurrente: “desobediencia intelectual”. En un artículo publicado en O´Reilly Radar esta artista explica en primera persona en qué consiste esta actitud ante los derechos de autor y la propiedad intelectual.

En palabras de Nina Paley, en la idea de desobediencia intelectual conviven dos aspectos, la desobediencia civil y la propiedad intelectual. Según Paley, mucha gente infringe los derechos de autor pero al mismo tiempo se “deshace en disculpas”. Esta artista señala, por su parte, que con los conocimientos sobre leyes que pueda tener cada uno, nunca se puede alegar ignorancia o un uso justo. “Sé que estoy infringiendo los derechos de autor –dice– y no me disculpo por ello”.

Aunque en un principio la frase “desobediencia intelectual” puede sonar como una llamada a las armas, comenta Mac Slocum, esta artista la define como una opción personal, introspectiva e impulsada por la necesidad de crear. Paley defiende como artista su necesidad de crear arte, pero el grado de autocensura que exige la ley es demasiado grande. “Para mantener mi integridad como ser humano y como artista –expresa Paley– creo que voy a violar la ley de forma consciente porque no existe ninguna manera de cumplir con la ley y seguir siendo un ser humano libre”.

 

 

El periodista Mac Slocum destaca que lo que le resulta interesante es el hecho de que mientras esta artista tiene grandes esperanzas en la cultura del contenido, no cree que las leyes de derechos de autor cambien en un corto plazo de tiempo. Paley, por su parte, opina que hay herramientas a disposición de la gente para crear y compartir cultura y eso es lo que van a seguir haciendo. Quizá lo hagan de forma ilegal, añade, pero llegará un momento en el que el sistema no podrá manejar esta situación. La estructura del poder tal y como existe en estos momentos, si quiere continuar –sentencia la artista– tendrá que sufrir una reforma.

 

 

 


© Copyright Fundación Germán Sánchez Ruiperez, 2010