Después de sufrir un desarrollo en principio irregular, los lectores electrónicos parecía que habían encontrado su sitio gracias a su fácil manejo y al aumento de títulos en el mercado de los libros electrónicos. Sin embargo, tras la irrupción de las tabletas, estos dispositivos están perdiendo ese lugar que habían conquistado. Esto se hace mucho más patente en lugares como los campus universitarios, donde los estudiantes se decantan cada vez más por las tabletas.
Elena Morgan, educadora y una colaboradora de TeleRead, ha publicado un artículo en el que analiza cuáles son las preferencias de los estudiantes universitarios norteamericanos en lo referente a dispositivos digitales de lectura.
Según investigadores de la Universidad de Washington, estos estudiantes prefieren dispositivos que no sólo les permitan leer eBooks sino que también puedan conectarse con ellos a internet, aspecto en el que fallan los eReader, añade Elena Morgan.
Otro de los problemas a los que tienen que hacer frente los dispositivos de lectura digital, es al hecho de no poder reconocer todos los formatos o el de aquellos eBooks que no cuenten con una protección de copia total o licencias de distribución. La mayoría de los lectores electrónicos, continúa la periodista, no permiten copiar ni compartir, algo que desencanta a la comunidad de estudiantes universitarios, ya que es muy habitual que estos se relacionen y compartan información a través de las redes sociales e internet.
Michael J. Saylor dijo en su libro The Mobile Wave: How Mobile Intelligence Will Change Everything [La ola móvil: cómo la inteligencia móvil lo cambiará todo], que los lectores electrónicos no tendrían ningún sentido una vez que la tecnología que poseen fuese absorbida por dispositivos más versátiles como las tabletas. Algo que parece confirmar esta educadora cuando afirma que el uso de estas últimas está mucho más extendido entre los estudiantes universitarios, ya que pueden utilizarlas para leer libros en casi cualquier formato: pueden copiarlos, realizar sus anotaciones y compartir todo esto a través de las redes sociales y otras páginas web.
En cuanto al precio, continúa Elena Morgan, las tabletas son cada vez más baratas y en EE.UU. ya no cuestan muchos más que un eReader con capacidad limitada.
Por supuesto, reconoce la especialista, que han surgido nuevos problemas con la irrupción de estas nuevas tecnologías -como la distracción en la lectura o copiar en los exámenes- pero en líneas generales, sentencia, el efecto general que han generado sobre los jóvenes, ha sido beneficioso.