Las nuevas editoriales son más ágiles que las tradicionales

Las grandes editoriales están buscando formas nuevas de aplicar un baremo en la recopilación de nombres, en el análisis de los datos, el marketing social y la creación de alianzas con otros grupos, que les proporcionen un mayor alcance entre la audiencia. Estas nuevas alianzas sugieren la aparición de nuevos modelos comerciales para el sector editorial. Mike Shatzkin analiza esta tendencia en su blog The Idea Logical Company.

Las grandes editoriales están buscando formas nuevas de aplicar un baremo en la recopilación de nombres, en el análisis de los datos, el marketing social y la creación de alianzas con otros grupos, que les proporcionen un mayor alcance entre la audiencia. Estas nuevas alianzas sugieren la aparición de nuevos modelos comerciales para el sector editorial. Mike Shatzkin analiza esta tendencia en su blog The Idea Logical Company.

A las compañías que ofrecen soluciones a la cadena de impresión y que cuentan con servicios digitales les han salido competidores. Estos, explica el analista, han comenzado ofreciendo un mejor flujo de trabajo que aquellas que empezaron centrándose en la distribución a escala. Dos de estas “recientes” apariciones en el sector han sido la alianza creada por Barry Diller y Scott Rudin con Hollywood bajo el nombre Brightline y el sello editorial, Rogue Reader, que ha creado el agente y empresario Jason Allen Ashlock en la plataforma PressBook.

Las ambiciones editoriales de ambos sellos son bien distintas, pero convergen en lo referente a la dirección que tomará el sector editorial en el futuro, apunta Mike Shatzkin. El primero cuenta con una lista muy comercial y bien fundamentada capitaneada por un editor veterano. El segundo tiene en su haber un catálogo de autores noveles dentro del género del misterio y el suspense y está bajo la dirección de un joven emprendedor. Pero ambos están poniendo en marcha nuevas plataformas editoriales con los potenciales suficientes para hacer que la edición digital sea eficiente.

En opinión de Mike Shatzkin, se está cada vez más cerca de que lo que necesite un editor sea poseer la habilidad de adquirir y desarrollar buenos libros y contar con las formas de hacerlos llegar a la audiencia de una forma persuasiva y económica.

En el caso de Diller y Rubin, al haber echado sus raíces en Hollywood, tiene acceso a muchos de los mejores creadores y contadores de historias. A lo que hay que añadir sus conexiones con gente especializada en plataformas de marketing y una amplia red de propiedades web, lo que le permite tener la capacidad suficiente para promover los títulos.

Por su parte, Ashlock no cuenta con el mismo alcance, pero al centrarse en la novela negra cree que puede construir toda una comunidad que le permitirá una comercialización eficaz y eficiente.

Este experto analista está convencido de que Brightline y Rogue Reader sacarán adelante sus desarrollos y espera que anuncien pronto cómo pondrán los libros en las tiendas, algo que le interesa especialmente.

 

 


© Copyright Fundación Germán Sánchez Ruiperez, 2010