En la industria editorial ¿puede ocurrir lo mismo que en el acero?

Jenn Webb, periodista especializada en la edición, la tecnología y el cambio cultural, recurre a la autoridad de Adan Davidson, experto en asuntos económicos de la National Public Radio y a sus argumentos sobre los procesos de concentración en la industria del acero en un artículo publicado en el diario The New York Times, para establecer un paralelismo con las fusiones que se han producido recientemente en la industria editorial.

Jenn Webb, periodista especializada en la edición, la tecnología y el cambio cultural, recurre a la autoridad de Adan Davidson, experto en asuntos económicos de la National Public Radio y a sus argumentos sobre los procesos de concentración en la industria del acero en un artículo publicado en el diario The New York Timespara establecer un paralelismo con las fusiones que se han producido recientemente en la industria editorial.

Según interpreta Jenn Webb en un artículo que aparece en O'Reilly Media, TOC Tools of Change for Publishing, lo expuesto por Davidson presenta una interesante perspectiva de los caminos posibles del sector editorial a la vista de la situación actual, las fusiones, la competencia y las posibles direcciones que puede tomar la industria de la edición. 

En su publicación, Davison reflexiona sobre la fusión de Penguin-Random House. Para ello recurre a la observación de los efectos que las fusiones han tenido en otros sectores industriales norteamericanos, y en particular fija la atención en el del acero. Según describe el periodista, JP Morgan, propietario de la empresa U.S. Steel, en lugar de buscar la competencia innovando nuevas formas y baratas de producir acero, optó por la fusión de tres empresas y la compra masiva del mineral del hierro que precisan las empresas siderúrgicas.

Las consecuencias de esta estrategia, según Davison, fueron terribles para todas las partes implicadas. "Como resultado –señala–, la compañía apenas estaba preocupada por la competencia; había poca necesidad de innovar o competir en precio, lo que hizo que todo, desde automóviles hasta latas de refrescos fueran más caros. Lo que es peor, dejó la industria del sector desprotegida ante el crecimiento de empresas innovadoras de Asia experimentado durante los años 1970 y 1980. Para entonces, U.S. Steel se desplomó, y una buena parte de la economía de EE.UU. se hundió con ella". Davidson señala cómo algunas empresas se mantuvieron a la cabeza porque fueron capaces de innovar, como Sears, con sus nuevos modelos en las ventas y de entrega.

Davidson recuerda que "Reuters informó recientemente de que Amazon (que de alguna manera tiene la patente del botón "one-click shopping") estaba contratando a destacados abogados de patentes con el propósito de identificar y evaluar oportunidades de adquisición y concesión de licencias de propiedad intelectual". Davidson finalmente advierte de que "la empresa ha alegado que compra las patentes para defenderse de las demandas de los demás. Eso puede ser cierto en parte, pero el peor escenario futuro para los lectores no es la fusión de las pocas empresas que luchan en un negocio cada vez menor. Es la amenaza de otro acero de EE.UU".

 


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