Somethin'Else, una compañía con sede en Londres especializada en la creación y diseño de contenidos, ha decidido lanzar dos libros digitales sobre The Royal Botanic Gardens, o Kew Gardens. Aunque ambos se han lanzado para iPad, se han realizado de formas distintas: uno mediante la herramienta iBooks Author de Apple y el otro ha aparecido como una aplicación nativa para iOS. Trevor Klein, jefe de desarrollo de la empresa, explica en un artículo publicado en The Bookseller, el porqué de esta decisión.
Cuando se trabaja en la creación de una aplicación nativa, comienza Klein, el desarrollador cuenta con mayor libertad en términos de funcionalidad, aunque esto implique una mayor inversión de tiempo y dinero. Por su parte, continúa, la herramienta iBooks Author simplifica enormemente todas las fases de diseño y producción, aunque esto suponga que en ocasiones las opciones de diseño se vean restringidas y acaben limitando el resultado visual del proyecto.
Cuando la compañía se veía ante la tarea de lanzar David Nash at Kew, [David Nash en Kew] tuvo claro que lo más indicado era desarrollar una app nativa, ya que el contenido no tenía por qué presentarse de forma lineal: el usuario-lector podría elegir el camino que quisiese a través de piezas individuales atomizadas. Se han añadido filtros a la obra, explica Klein, de tal manera que se puede destacar un tema en particular, marcarlo como favorito para una posterior consulta e incluso disfrutar de un mapa de localización que hace referencia a una exposición real de estos jardines. La idea de decantarse por crear una aplicación propia –concluye–, es por la libertad de poder aplicar todas estas características en la forma en la que se quiere hacer y por su intención de crear un producto que se pudiera disfrutar en casa o utilizarlo como si de una exposición se tratase.
Con el segundo libro, The Plant Hunters [Los cazadores de plantas], la cuestión era totalmente distinta, al tratarse de un libro que cuenta con un planteamiento lineal; desde los inicios de la explotación botánica hasta la era moderna. Por lo tanto, la compañía quiso mantener su forma y añadirle funciones interactivas. No era necesario por tanto crear una interfaz de lectura completa, como si se tratase de una app nativa, por lo que se pensó que la herramienta iBook Author se ajustaba perfectamente a esas necesidades.