
Los editores, concentrados en lo que llaman la era post-librería
Los últimos años han sido testigos de la progresiva disminución de estantes en las bibliotecas y librerías de los Estados Unidos, hecho motivado por la conjunción de varios factores entre los que se cuentan la reducción de presupuestos y la presión derivada por la pujanza de los ebooks y las ventas en línea. La situación, que para los editores se traduce en menos oportunidades para mostrar sus productos al consumidor, está llevando a estos últimos a encarar el incierto futuro con nuevas estrategias de venta.
Los últimos años han sido testigos de la progresiva disminución de estantes en las bibliotecas y librerías de los Estados Unidos, hecho motivado por la conjunción de varios factores entre los que se cuentan la reducción de presupuestos y la presión derivada por la pujanza de los ebooks y las ventas en línea. La situación, que para los editores se traduce en menos oportunidades para mostrar sus productos al consumidor, está llevando a estos últimos a encarar el incierto futuro con nuevas estrategias de venta.
De ello da cuenta un artículo dedicado a uno de los paneles incluidos en la reciente conferencia anual de la Digital Book World, en el que se resumen las exposiciones realizadas por ejecutivos de diversas editoriales.
Marcus Leaver, director de operaciones de la división británica de Quarto (en la foto), afirmó en su intervención que esta editorial, especializada en libros ilustrados, se está concentrando en lo que llaman la “era post-librería ". Auguró que en 2014 las librerías tradicionales, como canal de venta, no superán el quince por ciento del negocio comercial.
La intención de la editorial es incrementar sus ventas a través de establecimientos especializados como tiendas de arte y tiendas de regalos, y desarrollar además una agresiva estrategia “hiperlocal” de ventas que recupere el canal directo entre el editor y la librería física. Todo ello complementado con un intensivo máketing focalizado en el consumidor, como ya están haciendo otros editores, según corroboró en su intervención Gary Gentel, presidente de Houghton Mifflin Harcourt.
Pero pasar de una estrategia comercial B2B (negocio a negocio) a una B2C (del editor a consumidor) no será sencillo. Por otro lado, hablando de ese colectivo consumidor y del modo correcto de enfocar ese futuro post-librería, los directivos del sector editorial tienen claro que los niños son una pieza clave. Karen Lotz, directora general de la editorial de libros infantiles Candlewick Press, se cuestiona sobre la forma de ayudar a los lectores a encontrar vía online buenos libros para niños, puesto que los niños no los buscan por sí solos. A modo de sugerencia, Gentel propone: "Si hoy la mayoría de los niños van Amazon para buscar materiales, será mejor empezar a llegar a esos niños". De hecho, el ejecutivo afirmó que llevan tiempo vendiendo directamente al consumidor y que es una alternativa en la que están dispuestos a seguir invertiendo para mejorarla.
La mayor dificultad, no obstante, es la de estrenarse en un nuevo negocio: la venta al por menor en línea. Según Lotz, la puesta en marcha de la infraestructura tecnológica necesaria, unida a los elevados impuestos que se pagan en los Estados Unidos, lo convierten en un reto complicado, especialmente para las editoriales de tamaño pequeño y medio. Para Quarto, por ejemplo, el comercio electrónico no resulta una opción muy favorable, teniendo además en cuenta la dura competencia. "No estoy convencido de que estemos vendiendo bien a través de nuestra web”, afirma Leaver; y añade: “Francamente, nunca vamos a tener un sitio tan buene como Amazon".
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