¿Podrán librarse los editores de la intermediación de Amazon?

En los últimos cinco años se han producido muchos movimientos para que los editores pudieran librase de la intermediación de Amazon. Pero pasado este tiempo las cosas no parecen haber cambiado demasiado. La fijación de precios y el hecho de que los editores quieran tener un mayor control a la hora de vender sus propios títulos, no se ha enraizado todavía en el mercado.

En los últimos cinco años se han producido muchos movimientos para que los editores pudieran librase de la intermediación de Amazon. Pero pasado este tiempo las cosas no parecen haber cambiado demasiado. La fijación de precios y el hecho de que los editores quieran tener un mayor control a la hora de vender sus propios títulos, no han enraizado todavía en el mercado.

Esta es la sensación que describe Agent Orange [Agente Naranja] en un artículo publicado en FutureBook. Hace ya tiempo, este especialista escribió sobre el modelo de agencia y lo acertada que le parecía la idea de que se mantuviera el precio de los libros. Pero al intentar hacerlo, comenta, no se tuvo en cuenta la realidad del mercado minorista, por lo que las posibilidades de éxito eran más bien mínimas.

Para tener un mayor control sobre los precios –señala—, los editores deberían empezar a vender sus títulos ellos mismos. Es más –añade–, dos de los cinco grandes grupos editoriales, ahora venden sus libros desde sus páginas web.

Ahora bien –continúa–, cuando se quiere comprar uno de estos título no se puede, ni haciendo clic directamente sobre el libro ni buscándolo en la página web de la editorial. Si se decide entonces visitar la página de un escritor en cada una de las editoriales que realizaban ventas directas, en ningún momento aparece la editorial como uno de los posibles puntos de venta a través del cual se podría comprar el libro.

Por esta razón Agent Orange está convencido de que Amazon no ve ninguna amenaza en el papel de vendedores al por menor que quieren adoptar las editoriales. La única manera en la que podrían ganar algo de terreno es si se convirtiesen en distribuidores y minoristas de una forma mucho más decisiva.

A pesar de su tamaño –concluye el artículo–, Amazon es mucho más vulnerable en su estructura de lo que pueda parecer, por lo que sería de agradecer–dice– que los editores consiguiesen girar las tornas aunque fuese un poco.


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