La nueva aplicación API Gold Rush dialoga con otras apps

Brian Proffitt, experto tecnólogo, afirma que los interfaces de programación de aplicaciones, conocidos como API, serán "una especie de 'ventanilla única' para la gestión de datos ricos y valiosos en relación con los usuarios de la red, toda una mina de información". Proffitt analiza el crecimiento de las API, que actualmente experimentan un creciente desarrollo bajo el impulso de los dispositivos móviles en un artículo publicado en ReadWrite.

Brian Proffitt, experto tecnólogo, afirma que los interfaces de programación de aplicaciones, conocidos como API, serán "una especie de 'ventanilla única' para la gestión de datos ricos y valiosos en relación con los usuarios de la red, toda una mina de información". Proffitt analiza el crecimiento de las API, que actualmente experimentan un creciente desarrollo bajo el impulso de los dispositivos móviles en un artículo publicado en ReadWrite

Este especialista explora el mercado de este tipo de aplicaciones de aplicaciones y las nuevas posibilidades que se le abrirán en el futuro y en primer lugar aclara  qué es una interfaz de programación de aplicaciones, que define así: “En los términos más simples, una interfaz de programación de aplicaciones o API, es un conjunto de requisitos que permite a una aplicación hablar con otra aplicación o acceder a funciones del sistema operativo.”

Dentro del conjunto de estos interfaces estarían las APIs Web, continúa Proffitt, con una funcionalidad análoga a sus congéneres pero que particularmente “sirven como puertas de acceso a los servicios basados en la web, como Twitter o Facebook o Foursquare o Amazon –matiza Proffitt–. Ellos son los que permite a los desarrolladores crear aplicaciones para comunicarse directamente con esos servicios.”

Según manifiesta Ed Anuff, vicepresidente de Apigee, en realidad hay muchas cosas que necesitan ser gestionados por el servicio web API. Uno de los papeles de una API como gestor de herramientas es la gestión de claves para denegar o dar acceso a datos o servicios web, así como regular un pago, si es el caso, según se ejemplifica en el artículo. La API, según se desprende de las explicaciones de Proffitt es esencialmente un instrumento regulador para hacer valer las limitaciones o controles que un desarrollador establece para el acceso a un determinado espacio web.

Brian Proffitt califica las APIs como “el único enfoque de arquitectura sensata” frente a la proliferación de plataformas, dispositivos y sistemas operativos. Estos interfaces evitan la multiplicación de versiones de software para el acceso a un sitio web desde diferentes dispositivos, y gestionan los datos de los usuarios, las claves y los requisitos para acceder a un sitio determinado en función de cómo y desde dónde se produzca la conexión.

Actualmente se ha reforzado el interés de las empresas refuerzan por estas herramientas de gestión, lo que obedece a criterio de Anuff, a razones de índole operativa ya que se vislumbra como una especie de “ventanilla única” para la gestión de datos ricos y valiosos en relación con los usuarios de la red, toda una mina de información, en palabras de Proffitt.

Respecto al potencial futuro de las API, Brian Proffitt destaca que se abren nuevos caminos en relación con la gestión de las máquinas inteligentes, como los medidores de energía conectados a internet instalados en los hogares, los sensores de diagnóstico del coche que informan al fabricante sobre síntomas de un fallo en el motor, u otros sistemas de control que requieren reglas definidas para establecer un diálogo entre máquinas.
 


© Copyright Fundación Germán Sánchez Ruiperez, 2010