Uno de los temas más acuciantes a los que se enfrentan los libreros en estos momentos es el relacionado con la forma en la que los lectores descubren los libros. Michael Tamblyn, director de contenido de la compañía Kobo, ha explicado a Mercy Pilkington en una entrevista publicada en Goodereader, que los minoristas se están centrando cada vez más en el nicho de mercado de la literatura infantil y en la manera en la que este público llega a los títulos.
Según afirma Tamblyn en la entrevista, su empresa tiene previsto abordar cuestiones relacionadas en exclusiva con la literatura infantil y juvenil ya que en su opinión es más que obvio que la gente no busca libros infantiles de la misma manera que busca literatura para adultos. Los criterios son distintos –añade–, cuando alguien compra un libro para un niño, o cuando es el pequeño el que quiere comprarse uno.
Hay todo un entresijo de cuestiones y quizá lo más paradójico es que muchos padres no compran libros para sus pequeños ya que éstos no están disponibles, mientras que los editores creen que el mercado para este público no es viable, ya que son los mismos padres los que no compran libros electrónicos. Por otro lado, añade Tamblyn, la lista con los títulos que interesan a los padres no es la misma que la que interesa al público infantil.
Sin embargo –aclara–, cada vez es más habitual que los editores vean mayor viabilidad en este mercado y cada vez sean mayores los derechos digitales a los que se pueden acoger. A lo que hay que añadir –concluye–, que también es cada vez mayor el número de editores que se preocupan por hacer que estos títulos estén más disponibles en las tiendas minoristas.