En solo cinco años, la tienda de apps de Apple lo cambió todo

En julio de 2008 Apple lanzó la App Store para su iPhone. No se trataba de un concepto totalmente nuevo, pero la ejecución, la escala y su alcance cambiaron para siempre la industria del software. Esta es la opinión que aporta Dan Rowinski en un artículo publicado en Read Write.

En julio de 2008 Apple lanzó la App Store para su iPhone. No se trataba de un concepto totalmente nuevo, pero la ejecución, la escala y su alcance cambiaron para siempre la industria del software. Esta es la opinión que aporta Dan Rowinski en un artículo publicado en Read Write.

En la actualidad el gigante de la manzana tiene unas novecientas mil apps en su tienda, que han generado unos cincuenta mil millones de descargas. Su más directo competidor, Google Play, ya cuenta con unas ochocientas mil que han sido descargadas unas cuarenta y ocho mil millones de veces.

Las aplicaciones móviles, comenta Rowinski, han redefinido la industria. Steve Jobs llegó a denominar a esta proliferación de dispositivos móviles inteligentes como la Era Post-PC en 2010.

Antes, explica el periodista, programar un software llevaba mucho tiempo. Una vez que estaba en el ordenador, había que esperar un tiempo hasta que la siguiente versión estuviera disponible. En la actualidad, continúa, un estudiante desde su habitación puede convertirse en un crack y solo se necesitan unos minutos u horas para poner algo en el mercado.

Otro de los cambios que ha propiciado la App Store es que el modelo BYOD, en castellano "trae tu propio dispositivo", pueda se posible, ya que como dice Jack Gold, analista de J. Gold Associates, sin ella los dispositivos serían meros juguetitos de lujo.

De todas maneras, comenta Rowinkski, es el momento de que la App Store evolucione. Los desarrolladores de apps son los reyes de la tecnología pero solo unos pocos son los que hacen dinero. A esto hay que añadir, continúa, que descubrir nuevas aplicaciones sigue siendo un problema. Por último advierte que el gigante no debe dormirse en los laureles y pasar por alto la evolución de Google y su tienda de apps.


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