La creciente piratería obstaculiza el avance del ebook en Rusia

El mercado del libro electrónico en Rusia se ha duplicado en tan solo un año, según ha informado la Asociación Rusa de Editores Online, aunque todavía representa solo el uno por ciento del total de las ventas de libros en ese país. A este dato hay que añadir el que ha aportado Eksmo, la editorial más grande del país, que ha comentado que el noventa y cinco por ciento de los ebooks están pirateados y es una de las principales razones de que las ventas digitales sean tan insignificantes.

El mercado del libro electrónico en Rusia se ha duplicado en tan solo un año, según ha informado la Asociación Rusa de Editores Online, aunque todavía representa solo el uno por ciento del total de las ventas de libros en ese país. A este dato hay que añadir el que ha aportado Eksmo, la editorial más grande del país, que ha comentado que el noventa y cinco por ciento de los ebooks están pirateados y es una de las principales razones de que las ventas digitales sean tan insignificantes. 

No obstante, Vladimir Kharitonov, director ejecutivo de la Asociación Rusa de Editores Online, está convencido de que la lectura en libros digitales seguirá en aumento en los próximos años. Es más, Sergei Anuriev, director general de LitRes, empresa que controla el sesenta por ciento del mercado en el país, cree que en el año 2015 el segmento que ocupan los libros electrónicos aumentará en un cinco por ciento.

Muchos expertos de la industria coinciden en que la presencia del libro electrónico se incrementará significativamente en los próximos años. La cuestión es que la mayoría de los lectores digitales rusos tiende a vivir en Moscú y San Petersburgo, mientras que el número de personas que lee libros electrónicos en las provincias rusas sigue siendo bastante insignificante. Por tanto se puede decir que todavía la mayoría de personas que compran libros y lectores electrónicos vive en los grandes centros urbanos.

Los editores rusos, explica Michael Kozlowski en un artículo publicado en GoodReader, se mantienen en la lucha contra la piratería y lanzan campañas para fomentar la lectura en formatos digitales. Con ese índice tan alto de piratería, las perdidas que está sufriendo la industria editorial digital podrían llegar a los ciento veinte millones de dólares. Al parecer, continúa el periodista, estas campañas empiezan a tener sus efectos, ya que el gobierno y los editores han invalidado veinticinco mil enlaces a libros electrónicos pirateados y han cerrado ya más de cien páginas.


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