La Biblioteca Nacional de Noruega pone en línea libros gratis pero compensa a los autores

La Biblioteca Nacional de Noruega ha puesto más de ciento treinta y cinco mil títulos protegidos por derechos de autor en línea gratis, pero ha decidido pagar a los editores y autores. Los libros deberán de haberse publicado antes del año 2000 y para poder digitalizarlos deberá contar con el consentimiento de los propietarios de los derechos.

La Biblioteca Nacional de Noruega ha puesto más de ciento treinta y cinco mil títulos protegidos por derechos de autor en línea gratis, pero ha decidido pagar a los editores y autores. Los libros deberán de haberse publicado antes del año 2000 y para poder digitalizarlos deberá contar con el consentimiento de los propietarios de los derechos.

Viggdis Moe Skarstein, directora de la biblioteca, dijo que el proyecto es el primero de estas características, según recoge Martin Chilton en un artículo publicado en The Telegraph. Estarán disponibles libros de autores como Stephen King, Ken Follett, John Steinbeck y el Nobel Knut Hansun, entre otros.

La biblioteca ha firmado un acuerdo con Kopinor –explica Chilton– un grupo que representa a los principales autores y editores a través de veintidós organizaciones miembro. Por cada página que se digitaliza y que se sube a internet la biblioteca paga una suma ya predeterminada a esta empresa, la cual será la responsable de distribuir las regalías entre sus miembros. La cantidad por cada página es de 0,36 NOK, unos cuatro céntimos de euro, y se estima que el pago será de tres céntimos una vez que la colección haya llegado a los doscientos cincuenta mil libros.

Los títulos están disponibles en la página web bokhylla.no, pero su acceso está limitado a los usuarios de internet en Noruega y a investigadores extranjeros. Algunos autores y editoriales se han opuesto a esta iniciativa –informa Chilton– pero sólo han salido tres mil quinientos libros del listado original y la mayoría han sido libros de texto escolares.

Las ventas hasta ahora en las librerías no se han visto afectadas por esta decisión, es más –añade el periodista– gracias a esta este proyecto muchas obras que están bajo los derechos de autor pero estaban agotadas en las librerías, tienen una nueva oportunidad de ver la luz. Como explica Skarstein: “Cuando el efecto novedad se desvanece, muchos títulos caen en el olvido”.

Yngve Slettholm, jefe de Kopinor, ha explicado que en lugar de gastar el dinero en buscar a los propietarios de los derechos de autor, a su compañía le ha parecido mucho más efectivo pagarles a ellos.

Ya se han leído en línea mas de ciento quince mil libros de esta colección –finaliza Chilton. Aunque ha habido otros intentos de hacer algo parecido en otros países europeos, siempre se han estancado por discusiones complejas sobre los derechos de autor.
 


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