OverDrive, el distribuidor líder de ebooks para bibliotecas, está valorando seriamente la posibilidad de eliminar el DRM de sus audiolibros y pasarlos a formato MP3. Se trata de una noticia que sorprende sobre todo ante el reciente anuncio de Adobe y su nueva versión de este sistema de cifrado para toda su línea de productos editoriales.
Adobe ha estado trabajando con sus socios en el sector editorial y de hardware para refinar el código antes de que salga al mercado. Su intención es mantener el código fuente bajo llave para evitar que la gente pueda realizar conversiones mediante herramientas de decodificación como por ejemplo Calibre –informa Michael Kozlowski en un artículo publicado en GoodeReader.
La nueva manera de cifrar libros electrónicos en formato ePub o PDF será tarea de las empresas distribuidoras –explica Kozlowski– por lo que una empresa como Sony se encuentra en una posición privilegiada, ya que vende ebooks y también escribe el software de sus eReaders. En el caso de empresas como Amazon, Barnes and Noble y Kobo, la situación es distinta –aclara– ya que todos tienen sus propias maneras de cifrar sus libros electrónicos.
Pero OverDrive se decanta por la eliminación del DRM y pasar los audiolibros a un formato tan sencillo como es el clásico MP3 –comenta Kozlowski en otro artículo publicado en GoodeReader. Cuando alguien lee un libro, escucha un audiolibro o ve una película a través de la app de OverDrive para Android y iOS y termina el período de préstamo, el título desaparece de la biblioteca digital y ya no se puede escuchar más.
Con la decisión de la empresa de pasar los archivos a formato MP3, a compañías como Hachette, Penguin Group, Random House, HarperCollins, AudioGo, Blackstone, Tantor Media y otras, se les facilita la posibilidad de añadir los títulos al catálogo de forma rápida y luego revendérselos a las bibliotecas, ya que este es el formato que usan en la mayoría de los casos.
Por último, la distribuidora ha informado a aquellas librerías o escuelas en las que sus audiolibros están en formato WMA que se pondrá en contacto con las editoriales para obtener permisos y actualizar su inventario a MP3. Y en el supuesto –concluye– de que algunos títulos no estén disponibles, se buscará una solución alternativa para compensar aquellos libros que se puedan perder en la conversión.