En los Estados Unidos comienzan a oírse opiniones en contra del procedimiento legal y administrativo denominado Fast Track o Vía Rápida. Un ejemplo es el llamamiento realizado por el bloguero Cory Doctorow desde Boing Boing, en el que pide a los ciudadanos que actúen contra esta ley, la que daría como resultado una red más censurada, vigilada y cara.
Este procedimiento representa la autoridad que otorga el Congreso estadounidense al presidente para que, junto con sus negociadores, pueda iniciar acuerdos comerciales bilaterales o multilaterales, evitando la posibilidad de que sufran enmiendas que obstaculicen y hagan lento el proceso de negociación.
En este caso –explica Doctorow– miembros del Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP) se encuentran reunidos a puertas cerrada con el fin de llegar a un acuerdo comercial que podría amenazar directamente a la red de redes. Los grupos de interés empresarial que están presionando en este encuentro de la TPP son los mismos que en su momento trajeron leyes como SOPA y ACTA. Más de ochenta organizaciones se oponen a este Fast Track, como se puede comprobar en la web StopFastTrack.com.
Doctorow también informa de que el gobierno de los Estados Unidos necesita de su Congreso para aprobar este proyecto de ley o dar al presidente la posibilidad de ratificar los acuerdos comerciales sin debate o enmiendas del Congreso.
Si esta ley no sale a delante ya hay expertos que opinan que todo lo que se está opinando en la TPP podría venirse abajo y lo más seguro es que se eliminaría de la mesa de negociación. En definitiva, si se frena la Fast Track, también se detiene al TPP. Por lo tanto, Doctorow insta a que todo el mundo entre en acción, llene las bandejas de correo electrónico con mensajes de propuesta y a que alce la voz para defender la democracia y salvar internet.