El modelo freemium es una de las alternativas comerciales más extendidas en aplicaciones y juegos. Muchas personas son reacias a invertir incluso un euro en una app. Pero es posible que las cosas cambien si se tienen en cuenta factores como la aparición de teléfonos inteligentes de gran tamaño, nuevas tabletas o dispositivo híbridos.
Los usuarios de iPhone son los más dispuestos a pagar por contenido móvil, algo que los diferencia de los que son fieles al sistema Android. Según un artículo publicado en Gigaom por Colin Gibbs, aquellos usuarios que no están dispuestos a gastarse mucho dinero en un teléfono, tampoco lo están en adquirir una app o un juego.
En el Movile World Congress (MWC14) celebrado en Barcelona se ha comprobado que una de las tendencias en el próximo año es la aparición de terminales móviles baratos, desde la nueva línea de Nokia a la propuesta de Mozilla y sus smartphones con sistema operativo Firefox por veinticinco euros.
Muchos de estos dispositivos están destinados a mercados emergente como la India o Brasil –informa Gibbs– donde la penetración de los teléfonos inteligentes de momento es muy baja y es muy posible que los consumidores se decanten por un modelo freemium. Si embargo –continúa– se prevé la aparición de tabletas, dispositivos híbridos y teléfonos inteligentes con pantallas de gran tamaño que pueden ser la oportunidad para que los desarrolladores moneticen sus productos más allá del modelo gratuito. Las pantallas grandes hacen que los juegos sean más inmersivos y esa calidad e innovación atraerá a jugadores más exigentes y que están dispuestos a pagar.
Gibbs está convencido de que el modelo freemium seguirá impulsando los ingresos de las aplicaciones móviles durante varios años, pero no descarta la aparición de nuevos modelos de negocio innovadores que convivan con esta opción gratuita.