Instagram, la red social de fotografía, se ha actualizado y ha dado un paso más en el tratamiento de las imágenes. En estos momentos los usuarios de este medio social podrán disfrutar de hasta diez herramientas de edición que les permitirán realizar ajustes de brillo, contraste, saturación, calidez, etcétera. En definitiva, mayor flexibilidad de personalización a la hora de tratar las fotos.
Peter Deng, director de producción en Instagram, comenta en un artículo de Cliff Kuang publicado en Wired que los usuarios llevaban desde hacía tiempo reclamando más filtros, pero en su lugar el equipo finalmente decidió incluir nuevas herramientas de retoque.
En cuanto a las nuevas herramientas, Pedro Moya explica en un artículo publicado en El Androide Libre que el usuario podrá ajustar el tamaño de la foto, algo que se reclamaba desde hace muchísimo tiempo. Además de cambiar el brillo, saturación, realces, sombras, etcétera, por primera vez también se puede ajustar la intensidad del filtro deseado. En opinión de Moya, todas estas modificaciones están orientadas a que el usuario no tenga que abandonar la app para nada y pueda realizar todas las acciones y retoques que quiera desde ella.
Ahora bien, lo que Kuang se pregunta en su artículo es hacia dónde se dirige Instagram. Esta red social es enorme, pero la utilización de sus filtros es tan sencilla que cualquiera de sus competidores lo tiene muy fácil para copiar la misma experiencia que ofrece esta red social. Para que consiga mantener a sus usuarios activos y obsesionados, Kuang cree que debería liderar la carrera de hacer que las fotos se vean cada vez mejor y de la forma más rápida posible. Algo, que según asegura este periodista, la nueva actualización hace a la perfección.
Ahora bien –continúa Kuang– Instagram debería mejorar las herramientas de descubrimiento de la app. Muchos de sus usuarios han podido comprobar que el nivel de sus seguidores se ha estancado o disminuido, incluso la media a la hora de encontrar personas nuevas a las que seguir también ha disminuido. Hay quien podría opinar que esto es algo bueno, pero para que los usuarios mantengan su compromiso con la comunidad deben de recibir un continuo estímulo de sorpresa. Y eso –señala Kuang- es muy difícil de conseguir si la gente no encuentra nuevos usuarios o millones de fotos.
Es como si el usuario se encontrase en un gueto –asegura el periodista– en el que es difícil hacer grandes descubrimientos nuevos y muy fácil perderse la mejor foto dentro de su misma red. No existe un mecanismo sencillo que permita saber cuáles son las fotos que más están gustando entre la lista de seguidores o amigos. Tampoco se dispone de un filtro que permita rescatar las imágenes que alguien ha podido perderse por estar durante un tiempo fuera de la red. Lo que hace que Instagram sea, al igual que Twitter, una experiencia para usuarios activos y no esporádicos –concluye.